Las flotas pesqueras deciden en Cullera quedar amarradas un día contra la subida del gasóleo

Las cerca de 90 flotas pesqueras de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Murcia y Andalucía permanecerán amarradas en los distintos puertos del Mediterráneo mañana miércoles para presionar al Gobierno, al que piden compensaciones al estilo de Francia y Portugal o "un precio político" del gasóleo B tras la subida, cercana al 300%, que ha registrado el coste de este carburante en el último año. Con esta decisión, acordada ayer en Cullera, arranca una semana de movilizaciones en la Comunidad contra el crecimiento desorbitado de la cotización de los carburantes.

El paro acordado ayer en Cullera por las cofradías de pescadores está únicamente a expensas de la reunión que tienen previsto celebrar en Madrid representantes de la Federación Nacional de Cofradías y de la Comisión Interministerial. Las embarcaciones pesqueras de los puertos catalanes y algunos de Castellón iniciaron la protesta ayer lunes y el puerto de Barcelona permaneció bloqueado para presionar a la Administración del PP. Algunos patrones mayores procedentes de Cataluña que acudieron a la Asamblea celebrada en la Casa de la Cultura de Cullera consideraban que "amarrar los barcos no es suficiente". Mientras algunas cofradías pedían el bloqueo de más puertos, otros preferían bloquear los centros de distribución de hidrocarburos "para evitar la salida de combustible" a las gasolineras.El malestar en el sector es palpable por la espectacular subida del precio del crudo, ya que no pueden repercutirla sobre el pescado debido a que el producto de la pesca se ha de vender únicamente por el método de la subasta. "Así no podemos continuar", se lamentaba ayer un modesto patrón de Cullera, Juan Llopis, que sale a la mar a diario sólo con su hijo Juan Vicente. Ha pasado de gastar 5.000 pesetas por jornada en gasóleo a 15.000.

Cada puerto tiene establecido un precio, que oscila entre las 54 pesetas el litro del puerto de Tarragona a las 61 pesetas del de Santa Pola. En Cullera se vendía ayer el gasóleo a 56,50 pesetas. Sólo un año atrás los precios del combustible variaban de las 19 a las 27 pesetas. La embarcación de bajura Grauero I, patroneada por Llopis, perdió ayer dinero, dado que el precio de las capturas apenas se elevaba a 7.000 pesetas, mientras el del gasóleo ascendía a 15.000 pesetas.

El vicepresidente de la Federación Nacional de Cofradías, Vicente Blasco, que preside la de Santa Pola, se congratulaba ayer de que "todo el Mediterráneo está parado el día 20" porque de esta forma tendrán "más fuerza en la reunión con los representantes del Gobierno" y supeditó la continuidad del amarre a la respuesta que den a sus peticiones. "No entendemos cómo Portugal puede tener un precio de 35 pesetas el litro y nosotros pagamos alrededor de 60 pesetas" dijo Blasco.

La protesta de los pescadores se añade a las convocadas esta semana por diferentes colectivos contra la cotización de los carburantes. Hoy, está previsto que 3.500 agricultores valencianos, convocados por la Unió de Llauradors y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), se concentren ante la Delegación del Gobierno de la Comunidad en demanda de una intervención oficial que rebaje los precios del gasóleo. Ésta es la primera de una serie de movilizaciones "ante la falta de soluciones que el Gobierno da a este problema". Los agricultores han soportado durante el último año el encarecimiento, no sólo de los carburantes sino también de los fertilizantes. El viernes le tocará el turno a la Plataforma de Consumidores de Carburantes, que también tiene convocada otra protesta.

La patronal autonómica se pronunció también ayer sobre el conflicto. Cierval pidió al Gobierno que implante el denominado gasóleo profesional, que permite a los consumidores industriales desgravaciones fiscales en sus cuentas de resultados.