Mercé sigue vendiendo y convenciendo
El teatro de la Maestranza de Sevilla volvía a colgar el pasado domingo el cartel de no hay entradas. Evidentemente, éstos son los triunfos que persigue la organización (lleno absoluto, con público heterogéneo en el que tengan cabida desde el aficionado más purista hasta el más neófito) y quizá por ese mismo motivo José Mercé dividió su actuación en dos partes.La última gran figura del arte flamenco llegó a Sevilla para demostrar cómo tradición e innovación pueden caminar de la mano en un espectáculo como el del domingo. Probablemente el teatro estaba lleno de seguidores de las dos corrientes y no por casualidad todos salieron contentos. De lo contrario, se antoja difícil el explicar por qué lo hicieron salir hasta tres veces a saludar, sobre todo cuando no es práctica habitual dentro del mundo del flamenco pedir a los artistas bises.
José Mercé
Jada (bajo). Güito-Piraña (percusión). R. de los Reyes, C. García, D. Soto y D. Muñoz (coros). Sevilla, teatro de la Maestranza. 17 de septiembre.osé Mercé (cante). Moraíto Chico y Diego del Morao (toque). Diego Losada (bajo). Güito-Piraña (percusión). R. de los Reyes, C. García, D. Soto y D. Muñoz (coros). Sevilla, teatro de la Maestranza. 17 de septiembre.
El concierto no podía empezar mejor de lo que lo hizo, con el cantaor jerezano arrancándose por martinete, debla y tonás, templándose y recogiendo el cante a la perfección, sobre todo en la toná chica, con la que remató su primera intervención. Por soleá, puso de relevancia una vez más su conocimiento acerca de estos cantes y su magnífico dominio del compás. Sin embargo, Mercé no alcanzó sus mejores momentos hasta cantar por siguiriyas. En ellas mantuvo una auténtica pelea con el cante, como mandan los cánones.
Babelia
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