Santiago Segura anuncia que 'Torrente 2' tendrá "más risa, más playa y más Bond"
Tony Leblanc, Gabino Diego y José Luis Moreno le acompañan en 'Misión en Marbella'
"Las únicas diferencias entre los dos Torrentes es que éste cuesta el doble, tiene más acción, más risa, más playa y más James Bond. Y que yo he engordado cuatro kilos menos que en el otro. Ahora peso 111". Ésta es la presentación que hizo ayer Santiago Segura de Torrente 2, Misión en Marbella, segunda entrega de la película española más taquillera. Se empieza a rodar el lunes, y el eslogan es "Nunca segundas partes fueron peores". Junto al talento de Segura aparecen Tony Leblanc (que resucita en un papel nuevo), Gabino Diego y el ventrílocuo José Luis Moreno.
La aparición de José Luis Moreno, que no reprimió su famoso gritito televisivo, sirvió para confirmar que hará el papel de malo (de Doctor No, dijo Segura) y que saldrá sin sus muñecos pero acompañado por un mono llamado Luis Alberto. "Le hemos puesto así en honor a nuestro querido Luis Alberto de Cuenca ", aclaró Santiago Segura. Ése fue más o menos el tenor de toda la rueda de prensa, una secuencia de media hora surrealista, irreverente, dispersa y ágil celebrada ayer en Madrid para anunciar el arranque del rodaje en Marbella.Comparecieron los cuatro actores principales, vestidos con bermudas (salvo Tony Leblanc) y camisas hawaianas muy horteras sobre la camiseta negra de promoción del filme, que cuenta con un presupuesto de 2,7 millones de euros, unos 450 millones de pesetas, más del doble que la primera entrega.
Una de las grandes novedades de la secuela es que Segura se ha convertido en coproductor de la película, después de que su "empresilla", Amiguetes Entertainment, llegara a "una especie de acuerdo" con Andrés Vicente Gómez, dueño de Lola Films, que produjo en solitario Torrente 1, con la que obtuvo cerca de 1.700 millones de beneficios.
Alguien le preguntó a Segura si no le pesaba la responsabilidad de batir las marcas de taquilla de Torrente, el brazo tonto de la ley. El director dijo: "Precisamente ahora tengo mucho que ganar y poco que perder. Je, je. Bueno, tengo que ganar la felicidad y la alegría de los niños que irán a verla. La verdad es que era remiso a hacer otro Torrente, porque la gente me dice por la calle 'Torrente, Segura, campeón'. Se nota que me están esperando, y eso acojona mucho".
Tony Leblanc -que, después de morir como padre del policía Torrente tras ingerir un rollito de primavera enharinado con droga en la película inicial, vuelve interpretando a otro pariente- cree que esta segunda entrega será "más amplia, más gruesa y más importante que la primera". El veterano actor confirmó que Segura había tenido muchas dudas sobre la conveniencia de rodar la segunda entrega, pero que "se le fueron ocurriendo algunas cosas" y al final se animó: "Va a tener muchos defectos especiales, y mi secuencia es sin duda la mejor de todas".
Segura no quiso desvelar casi nada sobre el guión ("si hablamos mucho, luego la gente no va a verla"), pero dijo que será "más cómica y más James Bond", que aparecerá un alcalde ficticio de Marbella y que habrá cameos como en la primera parte ("me encanta que vengan a verme los amiguetes y hagan alguna cosita"). Andrés Vicente Gómez contó que dos de ellos serán Inés Sastre y el tenista Carlos Moyá.
Por su parte, Gabino Diego interpretará, según Segura, "a un ayudante un poco menos naïf que el que hizo Javier Cámara". Diego matizó que su personaje es un "pícaro y un vividor, pero un poco lelo".
Parece que la gran sorpresa de esta segunda entrega será la presencia femenina, de momento inexistente: "Aún estamos buscándola. Si fuera una película de George Clooney, habría tortas por el papel. Pero, como soy yo, no aparece ninguna. De momento sólo podemos dar un dato: se confirma la ausencia de Penélope Cruz y de Tom Cruise".
Como remate, Segura confirmó que Torrente "seguirá en sus trece, relacionándose sólo con disminuidos físicos, psíquicos y niños, porque son los únicos a los que da el pego".
Tres millones de 'fans'
Torrente, el brazo tonto de la ley recaudó 1.925 millones de pesetas y llevó a las salas españolas a unos tres millones de espectadores. Sorprendentemente o no, la película vendió su costumbrismo cutre y casposo a numerosos países (entre ellos, Brasil y media Europa), recorrió festivales y provocó las mismas carcajadas fuera que dentro.Según Segura, "exportar parece difícil, salvo que seas Almodóvar, porque él vende una marca", aunque ser el más taquillero del cine español "no tiene ningún mérito, porque luego vas a ver las diez más taquilleras de verdad y resulta que todas son americanas y que de aquí no hay ni una".
"Gladiator ha recaudado ya 3.000 kilos, y eso jode, sobre todo porque es malísima", añadió Segura.
Su gladiador particular es este Torrente, policía racista, alcohólico, cobarde, facha y del Atlético de Madrid, cuyas andanzas se trasladan ahora a la costa marbellí.
Segura aclara que el Ayuntamiento de Jesús Gil ha dado todo tipo de facilidades para rodar en sus calles, "sin leer el guión", pero avanza que su película no retratará una Marbella real, "porque yo no hago crítica social. Se parecerá a Marbella como Madrid se parecía a Madrid en la primera entrega".
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