ETA utilizó 25 kilos de dinamita para destruir la discoteca de la familia Korta
Oier Korta preguntó a ETA por qué habían matado a su tío, José María Korta, presidente de los empresarios de Guipúzcoa. Un mes después esa organización terrorista le respondió volando la discoteca de su familia con 25 kilos de dinamita. Los trabajadores de Narciso Korta se concentraron ayer frente a las instalaciones de la sala de fiestas Txitxarro de Deba (Guipúzcoa) y pidieron a ETA que les explique por qué les ha privado de sus puestos de trabajo. La familia Korta se manifestó con ellos.
El comando etarra colocó el artefacto en el centro de la discoteca y el explosivo fue accionado a distancia, según las investigaciones policiales. El riesgo de derrumbamiento del techo del local, destrozado por la deflagración, está dificultando las investigaciones de la policía vasca. Un equipo de bomberos está apuntalando el tejado ante el peligro de que se venga abajo. Una vez que los bomberos concluyan su trabajo, los especialistas de la Ertzaintza investigarán en el interior del local y se espera que determinen con una mayor precisión la composición exacta del artefacto.Esta nueva acción terrorista contra la familia Korta tras el asesinato, el pasado 8 de agosto de José María Korta, presidente de la patronal guipuzcoana Adegi, ha sido condenada por la Confederación Empresarial Vasca, Confebask. La patronal acusó a ETA de querer acallar la voz de todos los vascos y, entre ellos, la de los empresarios.
Familiares, amigos y trabajadores de Narciso Korta se concentraron en silencio a las 18.30 de ayer frente a la discoteca Txitxarro bajo el lema Lanak kendu diguzue. Zergaitik? (Nos habéis quitado el trabajo ¿Por qué?). El acto de protesta por el atentado contó con la presencia de Narciso Korta y de algunos de sus hermanos, su esposa y sobrinos que trabajan en el local. El responsable de Txitxarro, Arkaitz Agirre, habló en nombre de los trabajadores, -que, sumando los del restaurante, la discoteca y la sala Scanner, son un total de 75 personas- para condenar el atentado, ya que, según dijo, "de ello nadie obtiene ningún beneficio y somos muchos los perjudicados, entre ellos, nos hallamos precisamente los trabajadores".
Asimismo, Agirre condenó "la angustia y el sufrimiento" que los miembros de ETA hicieron pasar a los dos compañeros de trabajo, el matrimonio compuesto por Nekane y Javier, quienes fueron atados a un árbol. Agirre preguntó "¿Por qué nos privan del trabajo?".
Los ayuntamientos de Deba, localidad en la que está ubicado el negocio de Narciso Korta, y Zumaia, donde reside la familia, convocaron ayer a los vecinos de esos municipios a sendas concentraciones silenciosas. En ellas, los manifestantes protestaron por el ensañamiento de ETA contra el entorno del empresario asesinado.
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