Los alumnos de la Universidad de Alicante apoyan el Medpark, pero reclaman información
"¿El Med... qué?" La mayoría de los alumnos de la Universidad de Alicante a los que ha abordado este periódico para conocer su opinión sobre el proyecto de parque científico lanzado por el rectorado y bloqueado por el Consell, reconoce desconocer el tema. Aunque apoyan la iniciativa tras conocer que se trata de una ampliación del campus basada en la experimentación, la investigación y el servicio al tejido productivo, se quejan de no haber recibido información "de primera mano", mientras el profesorado se declara sorprendido por la polémica desatada.
Falta de información
Ha pasado más de un año desde su presentación oficial. Ha levantado importantes expectativas de desarrollo y consolidación de un nuevo concepto de universidad pionero en España, y ha suscitado un agrio debate entre el mundo académico y el poder político al que pocos han escapado, pero la triste realidad es que la mayoría de los alumnos de la Universidad de Alicante (alrededor de 33.000 matriculas) desconoce el proyecto del Parque Científico del Mediterráneo, Medpark, que impulsa el rector Andrés Pedreño."¿El Med... qué?". Con esta pregunta reaccionó la mayoría de estudiantes abordados en diversos centros de la institución académica durante una encuesta periodística realizada el viernes. Se trata de alumnos que durante estos días preparan los exámenes de septiembre. Reconocen no leer prensa ni escuchar radio, y lamentan no haber sido informados de la iniciativa a nivel interno. Una vez puestos al corriente, nadie discute su idoneidad, sin entrar en el debate centrado en las competencias para impulsar esta iniciativa y en los procedimientos administrativos seguidos por parte del rectorado y el Consell que preside Eduardo Zaplana.
Rubén García tiene 22 años, estudia Ciencias Económicas y en un primer momento no sabía de qué se le hablaba. "No tengo ni idea". Poco después relacionó el parque científico con un "proyecto de laboratorios" que su hermano, que estudia Biología, le había comentado.En la misma Facultad, Pilar Riera y otros compañeros reconocía no estar al día ni haber oído nada sobre el Medpark.
El personal de administración y servicios maneja algo más de información, pero prefiere no pronunciarse y delega sus valoraciones en los representantes sindicales. Saben que el proyecto ha desatado conflicto con el poder político, y se muestran recelosos a posicionarse.
Entre el profesorado las opiniones son diversas. "Nadie ha objetado el proyecto, y la discusión se centra en el método seguido en su trámitación", apuntó Emilio Laparra, profesor de Historia Contemporánea. "Vivimos una situación artificiosa, marcada por un claro condicionante político y creada por Zaplana". Para Laparra, "por parte de la Administración carece de sentido prolongar esta situación, porque en un escenario de normalidad institucional los errores en la tramitación se hubieran subsanado".
Joaquín de Juan, catedrático de Biología Celular, fue uno de los primeros en defender en público el proyecto, "pero el procedimiento elegido en su tramitación nos lleva a todos a una situación de angustia, porque se ha llevado todo con cierto maniqueismo y falta de prudencia por ambas partes". A De Juan le preocupa, sobre todo, que no se distinga bien entre procedimiento y proyecto. El profesor recrimina la actitud de algunos miembros del equipo rectoral: "el catastrofismo que nos venden, apuntando que después de mi el diluvio y si no hay Medpark se hunde la universidad, no es real", señala.
Parece evidente que en el proceso ha faltado información pública para trasladar el entusiasmo de la cúpula académica al resto de la comunidad universitaria. Los representantes en órganos de gobierno tienen acceso a información pormenorizada, pero el resto (la mayoría) ha seguido el proyecto desde la distancia y a través de los medios de información.
Victor Sevilla, alumno de la Escuela de Obras Públicas, lo tiene muy claro: "El rollo de los trámites y el follón del papeleo no lo entiendo, pero tener un parque tecnológico cerca del campus es una buena idea". El futuro economista Eloy Hidalgo explica que "como cualquiera, me he enterado del proyecto por la prensa y por comentarios de segunda mano, pero desconozco cómo se ha gestionado y si la filosofía ha sido acertada".
Más contundente se muestra Mariángeles Pérez, de Traducción e Interpretación: "me molesta saber qué ocurre en mi Universidad por los periódicos, y lamento que se haya politizado tanto este tema". Su compañera Mariángeles Calvo lo ve positivo porque los alumnos podrán realizar prácticas en empresas tras sus estudios, pero transmite su queja: "deberían haber organizado charlas y entregado documentación para que el alumnado asumiera el Medpark como algo propio".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.