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La prensa internacional elogia a Bardem y le bautiza como "el nuevo Banderas"

El actor viajó ayer a Estados Unidos, desde donde se trasladará al Festival de Toronto

Javier Bardem abandonó ayer Venecia rumbo a Estados Unidos. Lo hizo con la Copa Volpi debajo del brazo, un premio que supone, a sus 31 años, su definitivo espaldarazo internacional. Volverá a Madrid dentro de 10 días "para descansar y decidirse entre dos proyectos", según explicó ayer su representante. El actor recordó a Vittorio Gassman al recoger su galardón y dejó así clara la estirpe de actores a la que quiere pertenecer. Aunque la prensa internacional se aventura en llamarle "el nuevo Banderas", Bardem señaló que ser una estrella internacional no forma parte de sus aspiraciones.

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Javier Bardem viajará desde Estados Unidos a Toronto, en cuyo Festival de Cine se proyectará Before night falls (Antes del anochecer), la película de Julian Schnabel por la que ha logrado, por primera vez desde que se creó este premio, la Copa Volpi para un actor español. En 1980, Óscar Ladoire logró un galardón similar, que, organizado por la RAI, destacó su trabajo en Ópera prima, de Fernando Trueba.Bardem, que en 1994 también se llevó la Concha de Plata del Festival de San Sebastián por su interpretación de un camello yonqui en Días contados, de Imanol Uribe, no ha defraudado a la crítica ni a los cinéfilos italianos. El actor español, hijo de actores y sobrino del director Juan Antonio Bardem, era saludado ayer como "el nuevo Banderas" por algunos sectores de la prensa. Los críticos más serios se referían con elogios, y sin establecer comparaciones, a su interpretación del escritor homosexual cubano Reinaldo Arenas.

Con su madre y su novia

Bardem se presentó en la ceremonia acompañado por su madre y su novia, y fue acogido por calurosos aplausos cuando dedicó el premio al actor italiano recientemente desaparecido Vittorio Gassman."La gente olvida pronto", dijo el actor refiriéndose a la facilidad con la que las estrellas surgen en el firmamento de la imagen y desaparecen, casi siempre antes de lo que desearían. Más tarde, ya en la sala de prensa, Bardem dejó clara cuál es su forma de entender su oficio de actor. Aseguró que no está especialmente interesado en tener una carrera internacional y que ser una estrella no forma parte de sus aspiraciones.

Para la mayor parte de los críticos internacionales el premio de interpretación que ha recibido el actor español es uno de los más merecidos. Aunque nadie sabe con cuanta unanimidad se lo ha otorgado el jurado de la 57ª Mostra de Venecia. A juzgar por las declaraciones que ha hecho su presidente, el director cinematográfico Milos Forman, cada juez tenía una opinión diferente sobre a quién o a qué filme premiar. "Las votaciones fueron muy justas", explicó Forman. Algo parecido dice el escritor marroquí Tahar Ben Jelloun, otro miembro del jurado, que ayer publicaba un diario secreto en el rotativo La Repubblica. Según Ben Yelloun, cada jurado iba por su lado, especialmente la actriz californiana Jennifer Jason Leigh, que no coincidía con ninguno.

Sin embargo, siempre según Ben Jelloun, el filme del pintor y director Julian Schnabel Before night falls (Antes del anochecer) gustó al jurado en general, y a él en particular. Schnabel, un neoyorquino de 49 años, ha demostrado ampliamente a lo largo del festival sus cualidades para la escena y su enorme ego. La película por él dirigida se inicia con los títulos de crédito más grandes que se han visto en la historia del cine.

Todas las dictaduras

En la entrega de premios, una ceremonia más bien sosa celebrada en el Palacio del Cine del Lido de Venecia, Schnabel, al recoger su trofeo por el Gran Premio del Jurado, tuvo a bien explicar que su película no era un alegato contra Castro, sino contra todas las dictaduras. No es que el haya sufrido en carne propia a ninguno de estos regímenes, pero confesó a la sala que su propia esposa, nacida en San Sebastián, "tuvo que vivir diez años en el exilio por culpa del cabrón de Franco". Hubo un momento de desconcierto tras el cual la sala le dedicó una cerrada ovación.Entre sus principales admiradores está el propio Bardem, que el sábado por la noche le dio las gracias públicamente por haberle dado la oportunidad de interpretar al escritor Reinaldo Arenas. "Él es pintor y hasta que no tiene la idea del cuadro no toca un pincel. Pues con la cámara es igual, hasta que no tiene la idea del plano no se filma. Pero yo le prefiero a los directores que ya lo tienen todo pensado, plano, contra-plano".

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