Normalidad radiofónica

Cuní no fue el único que se marchó. Le siguieron Sílvia Cóppulo y otros. Cuando, hace casi dos años, Radio Nacional de España anunció su deseo de reimpulsar Ràdio 4, volvieron a dispararse las alarmas. Jordi González, que había sucedido a Neus Bonet en la dirección del programa de la tarde en Catalunya Ràdio, anunció su fichaje por la nueva Ràdio 4. Junto a González, Sílvia Tarragona se unió al proyecto para dirigir Amb molt de gust con el que, un año más, intentará ganarse la tarde. "No me asusta que aparezcan nuevas radios. Si queremos ser un país normalizado, es lo normal. Y me alegra que RNE fuera la primera en apostar por esta renovación de las ofertas generalistas cuando decidió relanzar Ràdio 4. Ése será uno de sus activos junto al hecho de no tener publicidad, lo cual te permite darle otro ritmo al programa", dice.Aquellos seísmos en un sector tradicionalmente inmovilista propiciaron situaciones curiosas: algunos tertulianos aparecían indistintamente en una u otra radio, ya que ninguna emisora podía permitirse pagarles en exclusiva. En algunos casos, esta ubicuidad llegó a ser admirable. Joan Barril, por ejemplo, llegó a compaginar su presencia en la tertulia de Bassas con la de Cuní y, durante un tiempo, con colaboraciones en el Dia a la vista de González y un comentario en la Cadena SER. O Màrius Carol, que, hasta hace poco, acudía a los micrófonos de Catalunya Ràdio, Onda Cero o RAC 1 dinamitando así la discutible red de dependencias que se ha ido tejiendo a lo largo de estos años.

A la competencia creada entre las cadenas públicas, se le sumó RAC 1, del Grupo Godó que, tras un bloqueo como consecuencia de los recursos presentados por la COPE con motivo de la concesión de licencias, salió a la antena hace unos meses. Su aparición desencadenó más éxodos, como el de Jordi Beltran y Albert Vinyoli, ex de Catalunya Ràdio. RAC 1 también incorporó a su elenco gente procedente de TV-3, de cadenas privadas o de La Vanguardia. La sinergia entre el periódico buque insigna del grupo y su radio es inequívoca y este esquema se reproducirá en Ona Catalana con El Periódico. Para la rentrée, RAC 1 se ha reestructurado y ha fichado a Albert Om para las mañanas (de 9 a 12 horas), y a Oscar Dalmau, Oscar Andreu y Manuel Fuentes para competir con el consolidado El món s'acaba de Xavier Graset (Catalunya Ràdio).

Si aceptamos que lo nuevo es más noticia que lo viejo, la aparición de Ona Catalana constituye el gran cambio de la temporada. Unión de emisoras locales con epicentro en la Ràdio Olot revitalizada por Josep Puigbó, esta cadena se presenta, con el apoyo del Grupo Zeta, con una parrilla convencional en la que destaca Els matins de Josep Cuní, la fórmula con la que Cuní ha aplicado, en catalán, los modelos que a nivel estatal lideraban Gabilondo o Del Olmo. Cuní define el actual momento: "Se acabó la normalización y empieza la normalidad". No esconde que el nuevo reto le produce una "ilusión renovada", que se traducirá en algunos cambios. El programa empezará a las 6 de la mañana e incluirá desconexiones con las emisoras comarcales e incorporará el comentario diario de una mujer (Empar Moliner, Pilar Rahola, Margarita Rivière, Rosa Regás y Teresa Pàmies). A la pregunta de si por fin se hace realidad una oferta de radio privada en catalán, Cuní responde: "El mercado decidirá. Y yo no digo que el hecho de que el mercado decida sea bueno o malo, pero celebro que exista igualdad de oportunidades, como ocurre en castellano. Hemos tardado 16 años en conseguirlo, y quizá deberíamos preguntarnos porqué. Aunque tal vez no sea el mejor momento para este tipo de preguntas. Lo mejor es decir: Aleluya y celebrarlo".

El optimismo de Cuní, sin embargo, deberá competir con el de sus colegas. En Catalunya Ràdio, con Antoni Bassas, que, con retoques, se reafirma en la propuesta que le ha llevado a liderar la mañana. "Para mi país y mi lengua deseo la mayor variedad de propuestas", dice Bassas. Y a la hora de definir qué le diferencia de los demás, añade: "Somos el resultado de nuestro trabajo y, en este momento, del gusto de la mayoría. Nuestra audiencia se siente bien tratada, tanto cuando la informamos como cuando la entretenemos. Y espero que, con esa normalidad en la oferta de radios en catalán, nos siga prefiriendo no sólo por la lengua sino por la calidad de lo que hacemos y que hace que, igual que TV-3 ha logrado que para mucha gente sea la seva, Catalunya Ràdio también lo sea".

La novedad de la mañana, sin embargo, viene dada por propuestas que se alejan del modelo más habitual. Por un lado La R-pública que, dirigida por Joan Barril (escoltado por Joan Ollé, Salvador Sostres y Adam Martín, y con colaboradores como Serrat, Mendoza o Espada), amenizará la mañana de COM Ràdio y, por otro, L'hora del pati, conducido por Albert Om en RAC 1 (de 9 a 12 h). Ambas fórmulas intentan desmarcarse de las tertulias y comparten una lectura de periódicos de autor y la recuperación de reportajes sobre gente corriente, huyendo del circo político. "Quiero desmarcarme del modelo de radio de prime time porque, entre otras cosas, soy incapaz de hacerlo tan bien como otros. Creo que existe un tipo de público que ha estado desatendido a estas horas. Aspiro a situarme tan lejos de las tertulias como de las revistas del corazón y de las imitaciones y hablar de lo que, simplificando, podríamos decir que no es portada", comenta Albert Om.

Otra novedad la encontramos en la programación deportiva de Ona Catalana y COM Ràdio que, en un experimento inédito, compartirán parte de su parrilla. En algunos momentos y en las retransmisiones de partidos del Barça, ambas cadenas contarán con los servicios de Pere Escobar. La cosa consiste en que Ona Catalana, el Grupo Zeta y el diario Sport han creado una redacción de deportes que, a través de una productora, elabora un producto que se ofrece en la propia cadena, pero también a otras que lo deseen. Esto ha supuesto desmantelar la redacción de deportes de COM Ràdio, cosa que ha despertado cierto malestar. Algunos creen que eso mina el sentido de la radio pública y otros que esa fórmula bien podría haberse aplicado a, por ejemplo, el programa de Josep Cuní, que llegó a ofrecer esta solución para no abandonar la COM.

En la franja de tarde, las cinco propuestas de radio íntegramente en catalán estarán capitaneadas por Sílvia Tarragona (Radio 4), Montse Prat (Ona Catalana), Toni Clapés (Catalunya Ràdio), Santi Villas (RAC 1) y Albert de la Torre (COM Ràdio). Clapés defenderá su liderazgo pero, a diferencia de sus colegas, no ve la variedad con tan buenos ojos: "Me preocupa que tanta oferta provoque que ninguna de las emisoras esté satisfecha y que seamos muchos y mal avenidos". Y añade que seguirá apostando por un programa "en el que exista un equilibrio entre el humor, la actualidad, la creatividad y la imaginación y en el que la diferencia no esté en qué hagas sino en cómo lo hagas". Albert de la Torre, por su parte, repetirá, con más medios, la fórmula de Fet a Barcelona que hacía en la SER: "En lugar de inventar, recuperamos fórmulas de la vieja radio. Actuaciones en directo, anuncios cantados, público en el estudio. Ah, y tuteamos a todo el mundo, igual a un alcalde que a un barrendero. Eso suele generar cierta desinhibición que es beneficiosa para el programa".

Por la noche, la competencia se centrará en, por un lado, los deportes, con un duelo entre Jordi Basté (Catalunya Ràdio) y Xavier Bosch (RAC 1) y en los programas de participación, con Esther Sardans (COM Ràdio) y Adriana Ferré (Catalunya Ràdio). Si a eso le sumamos una oferta de informativos en la que uno puede elegir entre voces y criterios tan variados como, por ejemplo, los de Núria Ferré (RAC 1), Neus Bonet (Ona Catalana) o Jordi Lucea (Catalunya Ràdio) y la enorme diversidad de programas deportivos y retransmisiones o de divulgación y tertulia, podríamos decir que el que se aburra será porque quiere.