Los pagos a los 'esclavos' del nazismo se retrasan un año
Las indemnizaciones a los esclavos del nazismo se retrasarán un año, en contra de lo anunciado en julio por el canciller alemán, Gerhard Schröder, quien prometió una solución "antes de Navidades". Así lo anunció ayer el ex ministro alemán de Economía, Otto Lambsdorff, en la edición dominical del diario Die Welt.Lambsdorff, el negociador designado por su país para el pago de las indemnizaciones, achacó este retraso a los procesos legales aún en marcha en los tribunales de EE UU; éstos obedecen a las demandas interpuestas por algunos de los afectados. "Sin una resolución legal completa no hay dinero", aseguró con contundencia el ex ministro.
El Gobierno alemán y un grupo de empresas de este país acordó el pasado año la creación de un fondo de 4.600 millones de dólares (unos 860.000 millones de pesetas) para indemnizar a cerca de un millón de personas aún vivas que fueron utilizadas como esclavos en las fábricas durante la época nazi. Esta utilización de detenidos para trabajos sin remuneración es lo que se considera esclavitud laboral.
La condición impuesta por Alemania para el pago de las indemnizaciones, la mayoría a víctimas del centro y Este europeo, fue la retirada de las 60 demandas interpuestas y que se descarten acciones legales futuras con el fin de evitar una cascada de procesos tras efectuar los pagos. Lambsdorff solicitó a uno de los jueces estadounidenses que detenga todas estas accciones legales para poder agilizar así el proceso.
Se estima que alrededor del 1% de los ancianos potencialmente receptores de las indemnizaciones muere cada mes. El tiempo corre en su contra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
