El Consell elevó sus ingresos 200.000 millones en diciembre para cuadrar las cuentas de 1999

José Luis Olivas entró de puntillas en la Consejería de Hacienda en julio de 1995 para evitar los agujeros financieros que dijo haber descubierto. Vicente Rambla, cuatro años más tarde, se ha visto obligado a poner varios parches para salvar el precipicio y cuadrar los presupuestos de 1999. La comparación de los cierres contables de la Generalitat correspondientes a noviembre y diciembre de 1999 desvelan algunas sorpresas. El presupuesto ordinario de ingresos creció en casi 200.000 millones de pesetas en un mes, mientras que el recurso al crédito externo subió 35.000 millones.

El presupuesto de 1999 se liquidó con un déficit de poco más de 10.000 millones de pesetas. En noviembre del mismo año, el Consell tenía un desfase de 40.000 millones en sus cuentas porque había gastado más de lo que tenía previsto ingresar. Eduardo Zaplana se permitió comentar entonces que el presupuesto se liquidaría con un ligero déficit. Así fue. Al punto de que el interventor general de la Generalitat firmó una liquidación con un anexo que recogía obligaciones pendientes por algo más de 10.000 millones para evitar que los números se ajustaran al milímetro.Rambla celebró entonces el esfuerzo en la contención del gasto público para liquidar las cuentas con un déficit perfectamente asequible. Lo que no explicó es el increíble esfuerzo desarrollado por sus técnicos en matería de ingresos durante el mes de diciembre para vestir las cuentas, un alarde que queda patente cuando se comparan los cierres contables correspondientes a los meses de noviembre y diciembre del año pasado.

El presupuesto inicial de ingresos de la Generalitat sumaba 1.121.175 millones de pesetas. Las modificaciones introducidas a lo largo del año, por un total de 74.000 millones, lo elevaban a finales de noviembre a 1.195.294 millones, de acuerdo con la información que Hacienda remite mensualmente a las Cortes Valencianas en los avances parciales de la cuenta general de la Generalitat.

De acuerdo con el cierre contable correspondiente a noviembre, Hacienda había logrado ingresar 875.968 millones a finales del penúltimo mes del año, de modo que seguían pendientes de cobro casi 320.000.

Pues bien, apenas un mes más tarde, el presupuesto de ingresos había pasado de los 1.121.175 millones aprobados inicialmente por las Cortes a la friolera de 1.391.415 millones. Es decir, los ingresos previstos por la Generalitat crecieron cerca de 200.000 millones durante el último mes de 1999 respecto a los 1.195.294 consignados en noviembre.

Según el cierre contable de diciembre, en manos de la Sindicatura de Cuentas que elabora en la actualidad la cuenta general correspondiente a 1999, Hacienda había dispuesto ingresos por un total de 1.337.961 millones de pesetas a final de año.

Sólo un mes antes, los derechos liquidados, es decir, las facturas efectivamente emitidas por la Generalitat, apenas sumaban 960.015 millones.

El cierre correspondiente a diciembre, la liquidación de las cuentas anuales, establece que los ingresos efectivos ascienden a 1.019.505 millones de pesetas. Así, la liquidación aprobada por el Consell el 28 de marzo de este año efectivamente refleja unos derechos pendientes de cobro que ascienden a 318.456 millones de pesetas, casi lo mismo que un mes antes.

Una de las partidas más notables para explicar el sorprendente aumento de los ingresos previstos durante el último mes del año pasado corresponde al recurso al crédito externo por parte de la Generalitat. Hasta noviembre, la denominada emisión de deuda pública interior, ascendía a 43.829 millones de pesetas. El presupuesto inicial preveía que la Generalitat pediría a entidades financieras fondos por valor de 31.447 millones, una cantidad que se había revisado al alza en más de 12.000 millones a lo largo del ejercicio,pero que, sorprendentemente, no se había ingresado en las arcas de la Generalitat a finales de noviembre.

Un mes más tarde, el montante total de las operaciones financieras estaba fijado en 44.788 millones de pesetas. Pero los ingresos dispuestos por ese concepto se elevaban a 79.465 millones y los efectivamente ejecutados sumaban 75.398 millones. ¿Cómo?

Rambla dinamitó los límites de la capacidad de endeudamiento permitida para la Generalitat de acuerdo con el presupuesto inicial que aprobaron las Cortes un año antes, que fijaban en torno a 50.000 millones el recurso al crédito ajeno.

Pero resulta doblemente sorprendente que no se hubiera consignado como ingreso una sola peseta de deuda interior apenas un mes antes. Expertos en la materia tienen la sensación de que el baile de cifras en la partida de endeudamiento se debe a que la Generalitat recurre de forma indiscriminada al crédito externo pero deposita los fondos recibidos en cuentas de valores ajenas al presupuesto. Y sólo dispone de esos fondos al final del ejercicio para sanear las partidas más sufridas. Un proceder que pone en entredicho los mecanismos contables de la Generalitat porque evidencia que el seguimiento de los gastos escapa al control de los técnicos de Hacienda, según las mismas fuentes.