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LA OFENSIVA DE ETA

Aznar: "No hay ningún espacio intermedio ni interpretable entre el Estado de derecho y ETA"

"No hay ningun espacio intermedio ni interpretable entre la libertad y la tiranía, entre la democracia y la opresión, entre el Estado de derecho y los terroristas. No existe un territorio intermedio, y quien juega a intentar establecer esos territorios intermedios juega a buscar espacios de confusión, juega a legitimar y dar la razon a las posiciones de los violentos y los terroristas". Aun sin nombrarlo, así de contundente se mostró ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, con el PNV de Xabier Arzalluz ante el enésimo asesinato cometido por ETA y cuya víctima ha sido de nuevo un concejal del PP.

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La respuesta a ETA, enfatizó José María Aznar, sólo puede ser "la firmeza democrática, la exigencia democrática a todos, en el cumplimiento de la ley y el amparo a los ciudadanos del País Vasco que quieran vivir en libertad, ver respetados sus derechos y aspirar a una convivencia pacífica razonable". El presidente del Gobierno tuvo conocimiento del asesinato de Manuel Indiano en la celebración, en Gdansk, del 20º aniversario del final de la huelga del Báltico, que alumbró al sindicato polaco Solidaridad, el primero independiente en un país comunista.

Eran las 10.45. Entre los periodistas españoles que seguían la visita de Aznar a Polonia corrió como un reguero de pólvora la noticia. Hacía pocos minutos que había concluido el discurso de Lech Walesa, el líder histórico de Solidaridad, en la inauguración de la exposición Caminos hacia la libertad. Todo transcurría en un patio cercano a la verja de entrada al legendario astillero Lenin, escenario de los 17 días de un paro pacífico que conmovió al mundo.

El alcalde de Berlín, el democristiano Eberhard Diepgen, en nombre de la ciudad símbolo del fin del comunismo en Europa, agradecía a Solidaridad haber puesto el primer peldaño para lo que nueve años después culminó con la caída del Muro. Aznar seguía el acto en primera fila. A un lado tenía al primer ministro polaco, Jerzy Buzek. Al otro, al ex primer ministro belga y actual presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Wilfried Martens.

Una nota

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Un hombre se acercó por detrás y pasó a Aznar una nota, apenas medio folio. El presidente la leyó con gesto grave, la guardó en un bolsillo y miró hacia donde se encontraban atados en forma de uve de victoria cientos de globos blancos. Después la sacó y la releyó, se pasó dos dedos por su ojo izquierdo y escuchó algo que le decía Buzek. A continuación, se volvió hacia Martens y le susurró unas breves palabras al tiempo que señalaba al suelo. Martens, con estupor, meneó la cabeza. Aznar siguió la ceremonia con una expresión sombría, aplaudió las palabras de Diepgen y escuchó la interpretación de la Oda a la Alegría, de la Novena Sinfonía de Beethoven. Luego, los globos volaron al cielo.Aznar continuó su programa limitándose a introducir unos cambios en su mensaje de por la tarde en la conferencia La idea de Solidaridad como factor de acción política en el siglo XXI, organizada por el PPE. En su intervención, que se pudo ver desde la plaza del Ayuntamiento gracias a una pantalla enorme, afirmó: "La democracia; la libertad; el respeto a los derechos humanos, empezando por el elemental respeto al derecho a la vida; la primacía del Estado de derecho..., son valores y principios que no nos son dados (...). Hay que luchar por ellos. No hay espacios intermedios posibles en la vida política y en la vida social. O se está con ellos o se está en contra".

De inmediato, enlazó con el nuevo crimen. Así, tras recordar que el de ayer era un día de alegría por el triunfo contra la tiranía comunista, dijo: "En mi país, un país de la Unión Europea, todavía hay personas que son asesinadas, que mueren por defender la libertad, la primacía de los derechos humanos, la democracia, aquello en lo que creemos. Hoy ha sido asesinado un joven concejal del PP, de 29 años. Su único delito ha sido creer en lo que nosotros creemos. Y nuestra mayor fuerza es seguir creyendo (...) todos los días".

Después, reunido con los periodistas, Aznar reiteró que, "con la movilización, el coraje y la determinacion de todos, esos problemas acabarán desapareciendo". Y, en alusión a quienes todavía creen en el espíritu del Pacto de Lizarra, insistió en que "no hay espacios intermedios": "No se puede ser sólo un poquito libre, un poquito favorable al Estado de derecho, sólo un poquito partidario de la democracia... Eso no tiene términos medios. La raya está muy bien trazada y no hay espacios para la confusión".

Condena de PPE

Por su parte, el PPE emitió un comunicado en el que condena "con toda dureza" el asesinato de Indiano y se solidariza con su familia. A renglón seguido, y también sin nombrar al PNV, que hasta no hace mucho estaba integrada en su propio colectivo, declara "inaceptable que en la Europa abierta y plural (...) sigan existiendo partidos que mantienen lazos de unión con formaciones políticas que actúan como portavoz y brazo político de los terroristas".

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