Nestlé indemnizará con 2.700 millones a las víctimas del holocausto

El grupo Nestlé contribuirá con 14,7 millones de dólares (2.700 millones de pesetas) al acuerdo global alcanzado por los bancos suizos y las comunidades judías en compensación por las cuentas bancarias de víctimas del holocausto que no fueron reembolsadas. La multinacional de la alimentación señaló ayer en un comunicado que "esta contribución responderá al conjunto de las eventuales pretensiones judiciales".Nestlé ha tomado esta decisión ya que algunas de sus empresas ubicadas "en países dominados por el régimen nacionalsocialista emplearon o habrían podido emplear a trabajadores forzados", y aunque en aquella época la multinacional aún no era propietaria de esas sociedades, según el comunicado, Nestlé "asume su responsabilidad moral de contribuir a aliviar los sufrimientos humanos resultado de las injusticias producidas en las empresas pertenecientes a este grupo".

Los bancos suizos y las comunidades judías lograron en 1998 un acuerdo por valor de 1.350 millones de dólares (unos 250.000 millones de pesetas), negociado en Nueva York, por el que los reclamantes de las "cuentas dormidas" (nunca recuperadas por las víctimas del holocausto, y a las que sus herederos no tenían acceso) renuncian a emprender acciones legales. El llamado acuerdo global fue aprobado para su aplicación el pasado 26 de julio por el juez estadounidense Edward Korman, y en él también se prevén indemnizaciones para los trabajadores forzados durante la II Guerra Mundial.

Por otra parte, los obispos alemanes se reunieron ayer en Wurzburgo (sur de Alemania) para tratar sobre una eventual indemnización a los trabajadores forzados; ahora, la Iglesia católica ha admitido que utilizó también mano de obra esclava durante el régimen nazi (los obispos tienen informes en los que se confirma la existencia de 30 o 40 casos de trabajadores forzados en diversas diócesis del país). Las fórmulas de indemnización que se barajan para estas personas son la participación en los fondos creados por el Gobierno y la industria alemanes, la compensación directa o el apoyo a instituciones católicas de ayuda en el este de Europa.