La reapertura de una pista de Barajas, tras 21 días de obras, reducirá el ruido de los aviones sobre Coslada

La pista 15/33 del aeropuerto de Barajas, en obras por las noches desde el pasado día 2, volverá a abrirse al mediodía de hoy, según las previsiones oficiales. AENA la ha ensanchado hasta los 90 metros para facilitar las operaciones de los aviones de tipo F o de gran envergadura, además de haber sustituido su balizamiento por otro técnicamente más avanzado y adecuado a las nuevas características de esta infraestructura. Los trabajos se han realizado dentro de los plazos previstos, ya que el viento dominante en la última semana no superó nunca los 10 nudos por hora. Si hubiera sido superior, el aeropuerto, por cuestiones de seguridad, habría tenido que cerrarse.

La reapertura al tráfico de la pista 15/33 permitirá que el aeropuerto pueda recuperar así la normalidad por las noches, ya que ahora sólo funcionaba, entre las 23.00 y las 6.00, la pista 18R/36L, la situada más al norte de las tres existentes. Esta infraestructura es conocida como tercera pista.

El cierre de la 15/33, y en consecuencia de la 18L/36R que la cruza, había obligado a AENA a desviar todos los vuelos nocturnos hacia la tercera pista, lo que provocaba que los vuelos sobrevolasen por la noche Coslada y la urbanización Santo Domingo, en Algete, además de Rivas y Torrejón. Pero ahora, con la reapertura de la 15/33 se reducirán notablamente las molestias sobre estos núcleos.

La alcaldesa en funciones de Coslada, Marisa Moreno, mostró ayer su satisfacción por la conclusión de las obras porque "los vecinos han tenido que soportar estoicamente en agosto el ensordecedor zumbido de los aviones, con una frecuencia de paso que llegó a ser de un aparato por minuto". El Ayuntamiento de Rivas presentó incluso una denuncia ante el fiscal por estos hechos.

Pero el fin de las obras no detendrá la intención de los vecinos de Santo Domingo de continuar con el lanzamiento de fuegos artificiales para protestar por el ruido. Los afectados tenían previsto lanzar anoche cohetes que alcanzan 50 metros de altura. Los aviones sobrevuelan la urbanización a 300. "La vida se ha vuelto aquí insoportable. En las casas se registran de noche más de 80 decibelios", manifestó Jesús Coca, portavoz vecinal.