Aragón, objetivo y vía de paso del terror
La banda criminal ha asesinado a 15 personas y cometido numerosos atentados en una comunidad que sus 'comandos' utilizan para internarse en España desde Francia
13 muertos en 1987
Aragón, y especialmente su capital, Zaragoza, siempre ha estado entre los objetivos de ETA. A pesar de que en numerosas ocasiones se ha desmentido que la banda terrorista tuviese una estructura estable en la comunidad, la tozudez de los hechos en los últimos meses demuestra que los pistoleros etarras -firmaron su primer atentado en agosto de 1979, contra la sucursal de un banco francés en el paseo zaragozano de María Agustín- sí están presentes en ella. Por añadidura, se afianza la ruta aragonesa como vía de explosivos y comandos que han encontrado en los pasos fronterizos pirenaicos aragoneses menos trabas que en otros más vigilados. El atentado de ayer en Sallent de Gállego (Huesca) corrobora esta hipótesis. La localidad está sólo a diez kilómetros de la frontera francesa, donde apenas hay vigilancia.ETA conoce Aragón. A principios de este mes de agosto, el nuevo jefe superior de Policía de la comunidad, Miguel Rodríguez Durán, reconoció en una entrevista concedida a la Cadena SER que esta organización criminal tiene una estructura en Zaragoza. Esa misma semana se reconocía también la existencia de la ruta aragonesa por parte del Ministerio de Interior. Pero mucho antes Aragón ya había recibido el zarpazo de los terroristas.
Presencia intensificada
El año 1987 fue trágico en Zaragoza. El 30 de enero ETA hacía saltar por los aires, a primera hora de la mañana, un autobús militar cargado de oficiales que se dirigían a la Academia General Militar. Su acción causó dos muertos -uno civil y otro militar-, más de 40 heridos y numerosos destrozos en la histórica plaza de San Juan de los Panetes, en el casco antiguo. Apenas unos días antes, el entonces delegado del Gobierno, Ángel Luis Serrano, había apuntado que la ciudad estaba entre los objetivos de la banda.Y lo estaba. El 11 de diciembre de ese mismo año la banda perpetró uno de los atentados más sangrientos de su historia. Un coche bomba hizo saltar de madrugada la casa cuartel de la Guardia Civil de la avenida de Cataluña, donde vivían numerosos agentes con sus familias. El resultado fue once muertos: cinco niños de entre tres y 12 años, dos mujeres y cuatro guardias.
Las escenas de dolor, los ataúdes blancos, los escombros de las viviendas y la imagen de los juguetes manchados de sangre no se borrarán nunca de la retina de los zaragozanos. El atentado conmocionó a la ciudad. Llevaba la firma de uno de los comandos más sangrientos: el del francés Henri Parot. Estaba tras esa acción y tras la voladura del autobús de la Academia General Militar.
Pero la banda ha cometido más atentados. Eso sí, nunca se ha reconocido oficialmente que el incendio, en julio de 1979, del hotel Corona de Aragón, ocurrido la víspera de la entrega de los despachos de la Academia General Militar, se halle en su historial. Murieron 71 personas. En el establecimiento estaban alojados numerosos militares y familiares del general Francisco Franco. Pero nadie ha podido probar que los etarras fuesen los culpables.
Sí está clara la autoría de ETA en el atentado del 10 de abril de 1989 contra la Escuela Militar de Alta Montaña de Jaca (Huesca). Una carta bomba amputó los dedos de las dos manos al sargento Joaquín Bordonaba.
Entre 1989 y 1995 ETA cometió acciones de menor entidad. Colocó artefactos, sin consecuencias, en la línea ferroviaria en Alagón, Casetas y La Cartuja, cerca de Zaragoza. También atentó contra varios supermercados de la firma Sabeco, con capital francés, en Ejea de los Caballeros y la capital.
El 23 de octubre de 1991 sí se evitó una tragedia: se localizó en la calle Lastanosa, de Zaragoza, un coche bomba cargado con 35 kilos de amosal y tornillería. Estaba listo para explotar. En 1994 se localizó otro vehículo, también cargado con explosivos, en la calle Escoriaza y Fabro.
En Huesca la banda intentó volar en diciembre de 1993 la casa cuartel de la Guardia Civil de Ayerbe, pero no lo consiguió, y en agosto de 1997 atentó contra el cuartel de Sallent de Gállego, como ayer, aunque entonces fue sin consecuencias.
En los últimos meses la banda ha intensificado su presencia en la comunidad. El 20 de diciembre de 1999, dos furgonetas cargadas en total con 1.700 kilos de explosivos fueron interceptadas en la comarca de Calatayud. La primera fue detenida por una pareja de la Guardia Civil que sospechó de su matrícula. El coche lanzadera pudo escapar y recogió al conductor de la segunda, abandonada en el hostal Los Cazadores, en la autovía Madrid-Zaragoza. Venían de Francia preparadas para la campaña de Navidad que la banda había confeccionado con los explosivos robados poco antes en la Bretaña francesa.El pasado 27 de julio la policía detuvo a dos terroristas en Zaragoza, David Plá y Aitor Lorente, que pensaban atentar contra el alcalde de la ciudad, José Atarés (PP). Se les incautaron documentos en los que aparecía abundante información sobre personalidades de la vida política aragonesa, entre las que había numerosos cargos del PP y el propio presidente de la comunidad, el socialista Marcelino Iglesias. Sin embargo, algunos de los terroristas que estaban en la ciudad lograron huir.
Más recientemente, el día 14 de este mes, una mujer dejaba otro coche bomba cargado con 100 kilos de cloratita en la N-230 en el término oscense de Benabarre. Se había averiado. Ella llegó a hablar con un vecino del lugar, al que dijo que aguardaba a un hermano para que la recogiese.
El vehículo había sido robado en Francia y tenía matrículas dobladas de Barcelona. La terrorista, según testigos, huyó en una moto que la recogió poco después. La Guardia Civil controló la voladura del vehículo el día 15 a las 10.50 horas. Los terroristas venían de Francia por el paso fronterizo de Viella y su destino probable era Cataluña.
Ayer ETA entró por Sallent de Gállego. La frontera con Francia está a sólo 10 kilómetros, a poco más de diez minutos. La ruta aragonesa se confirma. En Sallent, sus 850 vecinos y los numerosos veraneantes no daban crédito a lo ocurrido. La localidad donde están las pistas de esquí de Formigal se levantaba de una pesadilla. Las fiestas se suspendieron en la vecina Escarrilla, las concentraciones contra ETA se sucederán en todo Aragón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.