Los políticos aragoneses reclaman que se refuercen los controles en las fronteras
Una vez que el atentado de ayer parece confirmar definitivamente que ETA utiliza la llamada ruta aragonesa para entrar en España desde Francia corriendo menos riesgos, varios políticos aragoneses pidieron ayer que se refuerce el control de fronteras en el Pirineo de Huesca para impedir que los terroristas puedan entrar y salir a su antojo, prácticamente sin correr riesgos. Así lo resltaron ayer Juan Alberto Belloch, líder de la oposición en el ayuntamiento de Zaragoza. El dirigente socialista concluyó que Aragón "está en la diana" de ETA, por lo que reclamó que se refuercen las medidas de protección y seguridad en la región. El responsable de política institucional de Izquierda Unida de Aragón, José Francisco Mendi, también pidió un esfuerzo para evitar que la región siga siendo un "objetivo preferencial y muy accesible" para ETA. También el diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, lamentó que la zona fronteriza entre esa comunidad autónoma y Francia no cuente con medidas de seguridad "eficientes" para evitar que sea un lugar de paso fácil para los terroristas.
El delegado del Gobierno en la región, Eduardo Amijide, no asumió esta idea y dijo que la banda ha dado "zarpazos en los diferentes lugares de la geografía española" y achacó la especial incidencia de los últimos meses al hecho de que la ubicación geográfica de esta comunidad la convierte en zona de "paso obligado".
Todas las fuerzas políticas aragonesas reaccionaron ayer con indignación y rabia contenida tras el atentado de ETA. El presidente aragonés, el socialista Marcelino Iglesias, suspendió sus vacaciones para acudir al pueblo en el que sucedió la tragedia.
El Gobierno regional decretó tres días de luto oficial en la comunidad y convocó, en nombre de todas las instituciones, una gran manifestación en Zaragoza para hoy a la ocho de la tarde, que partirá de la plaza de Aragón y terminará en la plaza de España.
Iglesias calificó el atentado de "reprochable, rechazable y condenable". También mostró el apoyo de su Gobierno y de "toda la sociedad aragonesa" a las Fuerzas de Seguridad del Estado y especialmente a la Guardia Civil, así como a las familias de los fallecidos.
También el vicepresidente del Gobierno autónomo, José Ángel Biel, del Partido Aragonés -que gobierna en coalición con el PSOE-, acudió a Sallent de Gállego y desde allí condenó unos atentados que en su opinión son "inútiles" porque sólo "conducen a llevar desgracias a las familias".
Las cortes de Aragón, y en su nombre la Mesa y Junta de Portavoces, elaboraron y difundieron un comunicado en el que condenaban esta nueva "acción irracional" y rechazaron cualquier tipo de violencia de los etarras que "insisten en violentar la voluntad democrática de la mayoría de la sociedad española que desea vivir en paz".
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