Nacen fiestas y teatros

La Semana Grande donostiarra ha reservado su penúltimo día de festejos a Loquillo, veterano rockero barcelonés adornado con ínfulas poéticas y gusto por el swing que, dada su condición de personaje público, garantiza una buena asistencia mañana en la plaza Sagües. Aunque es un misterio saber cómo funcionarán Los Trogloditas, ya que la banda más en forma del rock en castellano al comenzar los años noventa se ha transformado casi en una conjunto de músicos a sueldo, aquejado en buena medida de falta de la actitud y autenticidad de las que siempre ha presumido El Loco. Se trata éste de un cantante con pocas dotes para la composición que cometió su mayor error al separar su carrera de la de Sabino Méndez, el guitarrista que escribió en los ochenta Rock & roll star, El ritmo del garaje, Cadillac solitario, Quiero un camión, El rompeolas, La mataré... Esos temas son aún hoy lo mejor de su repertorio.Termina la Semana Grande, pero arranca la Aste Nagusia bilbaína, una semana presidida un año más por Marijaia que permitirá ver por fin en vivo al ínclito Antonio de la Cuesta. Será mañana en la plaza del Gas donde el punki insumiso reconvertido en el vitellone (vividor) Tonino Carotone, no sin antes cantar rancheras con Kojón Prieto, muestre ante el público vasco qué le ha convertido en número 1 en Italia. Para más mérito, lo ha logrado practicando una peculiar suerte de canción italiana sin tener ni la menor idea de este idioma. Los resultados han quedado plasmados en Mondo diffícile.

Un día después, el domingo, Martin Stephenson se presenta como lo más atractivo de la oferta musical festiva. El británico repasará al frente de su banda, The Daintees, un repertorio que presenta similitudes con el de otros trovadores de regusto folkie como Bob Dylan. Y, como alternativa, el palacio Euskalduna ha programado para ambas jornadas la zarzuela El caserío, de Jesús Guridi. Será un enésimo vistazo a los usos y costumbres euskaldunes a cuyo final se recreeará una típica romería vasca en el vestíbulo del palacio. Además, en el entreacto los asistentes podrán contemplar desde su terraza los fuegos artificiales.

Y volviendo de nuevo la vista a San Sebastián, uno se encuentra con que la Quincena Musical sigue su marcha con I puritani, ópera de Vincenzo Bellini a interpretar mañana en el Kursaal en versión concierto con el respaldo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y la Coral Andra Mari. Un acto que comparte fecha con el recital de la soprano donostiarra Ainhoa Garmendia en el Claustro de San Telmo.

En cuanto a la cartelera teatral, las principales novedades se concretan en la llegada a Bilbao de dos obras: Sin rencores y Arte. Los céntricos cines Capitol acogen en una de sus remozadas salas Sin rencor, montaje dirigido y protagonizado por un Carlos Larrañaga celoso como un niño al ver que la mujer de la que se había separado amistosamente tras 22 años de convivencia encuentra un nuevo amor.

Las manzanas del viernes, escrita por Antonio Gala, ha relevado precisamente a Arte en el Victoria Eugenia donostiarra. Sobre su escenario se representa hasta el próximo domingo un montaje en el que coexisten famosetes por obra y gracia del papel couché y recias empresarias. Dos personajes antagónicos, sobre el papel, que acaban congeniando en una obra cuyo reparto lo encabeza la actriz Concha Velasco.