El Gobierno británico acepta la clonación de embriones humanos con fines médicos
El objetivo de la técnica es fabricar tejidos e implantarlos sin que generen rechazo en el paciente
El Gobierno británico, en una decisión pionera, apoyó ayer oficialmente la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos. La medida, que no implica clonar seres humanos completos, impone a este tipo de investigación estrictos controles y restricciones, de modo que nunca pueda desarrollarse si hay una alternativa técnica. El objetivo es obtener, a partir de embriones, células madre capaces de producir tejido humano para su implante en el paciente sin que genere rechazo. La decisión aún ha de pasar en otoño el trámite parlamentario. Blair ha dado libertad de voto a sus diputados.
Con su decisión, el Gobierno británico aceptó las nueve recomendaciones del grupo de expertos a los que solicitó un informe sobre este tipo de experimentación médica. El equipo consultor, dirigido por el profesor Liam Donaldson, alto responsable médico del Reino Unido, estableció que "se deben permitir" las investigaciones con embriones humanos, ya sea creados por fertilización in vitro o por técnicas de clonación (métodos de enucleación de óvulos como los empleados para crear a la oveja Dolly, ver gráfico) para ampliar los conocimientos sobre enfermedades y su tratamiento con células humanas.La legislación británica acepta ya el uso de embriones, de hasta 14 días de existencia, en cinco campos de investigación: infertilidad, enfermedades congénitas, anormalidades genéticas o cromosómicas, aborto no provocado y anticoncepción. Pero a la luz del informe, que ha sopesado cuestiones éticas, científicas, médicas y legales, el Ejecutivo se dispone a ampliar la legislación para englobar las investigaciones relacionadas con el desarrollo de células humanas. Un voto positivo en el Parlamento abrirá, dijo ayer Donaldson, "una nueva frontera en la ciencia médica".
Este tipo de investigación estará sujeta a control. La Autoridad en Embriología y Fertilización Humana, junto con la Comisión en Genética Humana, impondrán estrictos mecanismos de supervisión para evitar que las investigaciones se extiendan a la clonación reproductiva. "Es inconcebible que experimentos de este tipo puedan llevarse a cabo sin el conocimiento de la autoridad", declaró Donaldson.
El Gobierno legislará para asegurar que la creación de embriones "no conduzca inadvertidamente a la clonación reproductiva". "La clonación de seres humanos es éticamente inaceptable y seguirá siendo un delito criminal", señala el Ejecutivo en su respuesta al informe. También quedará vetada la creación de híbridos a partir de células humanas adultas (somáticas) y óvulos de cualquier animal.
La clonación terapeútica sólo se concibe como último recurso para determinados objetivos de investigación y siempre que el donante de esperma u óvulos otorgue el consentimiento previo. Las investigaciones se enfocarán al desarrollo de un abanico de tejidos y órganos humanos que, en el futuro, se implantarán en el cuerpo contra enfermedades como Parkinson, cáncer, leucemia o cirrosis y dolencias de corazón, espalda, osteoporosis o quemaduras.
"La investigación con embriones es un tema delicado e inaceptable para algunas personas. Pero dados los beneficios médicos y las consideraciones éticas, el Gobierno considera que estas investigaciones deben permitirse", señala en su respuesta.
Los institutos de investigación celebraron el informe y la propuesta gubernamental: "Podemos aprender a controlar el desarrollo de células madre derivadas de embriones para generar nuevas células que reemplacen tejidos enfermos. Mientras la creación de órganos completos para el transplante llevará décadas, la producción de células nerviosas para tratar a gente con Parkinson o Huntington puede beneficiarse pronto de este tipo de investigación", declaró Diana Dunstan, del Consejo de Investigación Médica.
Los posibles beneficios no acallaron las críticas de los grupos antiabortistas e, incluso, de la oposición política. "La clonación terapéutica significa matar. Explota al ser humano en la fase más vulnerable de su existencia. Es una forma nueva de canibalismo", denunció la fundación antiabortista Life. "Es moralmente errónea porque implica la destrucción de vida. Alarmará y decepcionará a mucha gente", señaló el cardenal Thomas Winning, presidente del Comité en Bioética de los Obispos católicos del Reino Unido e Irlanda.
El portavoz de Sanidad del Partido Conservador, Liam Fox, anunció que votará contra la reforma legislativa: "Es una cuestión de principios", dijo ayer. En 1990, bajo un Ejecutivo tory, los diputados aprobaron por votación la utilización de embriones en cinco campos de investigación y, dada la composición actual de ambas cámaras parlamentarias, se espera que amplíen la ley para permitir la clonación con fines terapeúticos. La votación, que vendrá precedida por un debate en Los Comunes, podría ser en el otoño.
El Vaticano condenó ayer la decisión británica. "El hecho de que se justifique la clonación de embriones humanos con fines científicos no convierte a ésta en menos ilícita que aquélla con fines de procreación", dijo el obispo Elio Sgreccia, director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica de Roma.
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