El legado de Atapuerca

Me veo gratamente sorprendida cuando merece su interés editorial un tema relacionado con este municipio, aunque no se pueda deducir de sus palabras. Pero la realidad es que los yacimientos arqueológicos de la sierra de Atapuerca se encuentran en dos terceras partes en el término municipal de Ibeas de Juarros, con un natural y adecuado acceso desde esta localidad, desde donde se pueden visitar con una perfecta guía y explicación por parte de una asociación cultural de voluntarios locales. Esto no es ningún aserto pueblerino, sino algo perfectamente constatable.No puedo poner en duda, desde mi ignorancia, la importancia de estos descubrimientos, pero lo que sí tengo muy claro es que no deben ir contra el desarrollo de las tierras donde se producen, sino todo lo contrario. Y aquí es donde su editorial me desasosiega. Como siempre, se está olvidando a la parte más débil, más fea, menos interesante, que quizá hasta la fecha no haya tenido más que los gestos desabridos que puede tener un pobre. Sin duda, tienen más encanto y mayor rentabilidad política las ilusiones del alcalde de Burgos, pero las nuestras, que no son incompatibles con aquéllas, son las más importantes para nosotros. Por eso, nos produce tristeza que la declaración de patrimonio de la humanidad se esté gestionando despreciando a una de las partes.

La historia está plagada de descubrimientos arqueológicos y de obras de arte que trascienden en su interés científico y cultural a los intereses particulares de la tierra donde se produjeron, pero el llevárselos por quien tenía más poder siempre se ha considerado una forma de colonialismo. Hasta la fecha, por estas tierras sabemos bastante de lo que hemos perdido por estos descubrimientos; todavía no sabemos lo que hemos podido ganar. Esperamos que sea lo necesario para unas adecuadas promoción y difusión desde el mismo sitio donde se producen.

Por eso, confiamos en que ese periódico, distinguido por su ecuanimidad y profundidad al tratar los temas, no olvide que el desarrollo rural es uno de los pilares para el crecimiento de este país de manera armónica, que es la buena, y no creando los desiertos del desarrollismo de otros tiempos.- María Ángeles Rita García López.