Los escándalos relegan a Kohl en los actos de la reunificación

El ex canciller Helmut Kohl se ha convertido en un problema que, de no cambiar las cosas, dividirá a la clase política alemana en las celebraciones del décimo aniversario de la reunificación, el próximo 3 de octubre. El dirigente demócrata cristiano, que gobernó Alemania durante 16 años, fue el gran protagonista de los festejos del décimo aniversario de la caída del muro el pasado noviembre en Berlín, junto con el ex presidente estadounidense George Bush y el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov.Sin embargo, los escándalos financieros que comenzaron a emerger por entonces y que no se han acallado aún han dividido a los políticos sobre la conveniencia de que el artífice de la reunificación vuelva a realzar en público sus propios méritos históricos. La celebración vuelve a poner de manifiesto las difíciles relaciones que existen entre Kohl y su propio partido.

La fiesta de la Unidad Alemana se celebra cada año por turno en una capital regional, dependiendo del land (Estado federado) que ejerce en ese momento la presidencia del Bundesrat (Cámara de las regiones). Este año, la organización le ha correspondido a Dresde, la capital de Sajonia (en la ex RDA), donde gobierna Kurt Biedenkopf, un veterano político democristiano con experiencia de Gobierno regional tanto en el este como en el oeste de Alemania y un gran adversario histórico de Helmut Kohl. Biedenkopf, que participó en un frustrado golpe de Estado interno contra Kohl en 1989 poco tiempo antes de la caída del muro, no ha invitado al ex canciller a intervenir como orador en el festejo. .

Hasta ayer, nada había convencido al Gobierno de Sajonia de que reconsiderara su postura, ni siquiera los políticos de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera, que amenazan con el boicoteo, si no se deja hablar a Kohl.