Un satélite sitúa el posible origen del vertido de alquitrán en la costa de Estepona el 30 de julio
Las imágenes definen una zona "gris y negra" que no aparece en los 15 días precedentes
Repercusiones económicas
Un primer análisis de las imágenes tomadas por satélite de la franja de 40 kilómetros del mar Mediterráneo que el martes apareció contaminada por alquitrán hace presumir a los técnicos de la Junta de Andalucía que el vertido pudo realizarse el pasado 30 de julio a 15 ó 20 kilómetros de la costa en algún lugar indeterminado entre Estepona y Marbella. En las fotos de ese día, los especialistas han percibido una mancha "gris y negra" en la zona, que no aparece en las imágenes de los 15 días precedentes. El resultado es aún provisional a la espera de nuevas fotografías de mayor resolución.Las imágenes que se han analizado han sido suministradas por el Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA), organismo dependiente del Ministerio de Defensa, y consiguen afinar hasta mostrar un área de 180 metros. El resultado, no obstante, no es concluyente ya que en la foto del día siguiente, el 31 de julio, aparecen nubes que distorsionan la visión. La Junta ha solicitado ya al INTA imágenes con mayor resolución de esos dos días cruciales, para tener un resultado definitivo. También está a la espera de conseguir las de los primeros días de agosto, que el INTA aún no ha procesado, para tener la secuencia completa de esos días.
Aunque estas fotos no permiten por el momento identificar qué buque ha sido el causante del vertido, una vez determinado el momento de la contaminación, la Junta acudirá al registro de tránsito de buques del Centro Zonal de Salvamento de Tarifa (Cádiz) para cotejar los datos.
Los análisis definitivos del agua contaminada que ha realizado la Junta demuestran que los niveles de aceites, grasas e hidrocarburos están muy por debajo de los niveles de riesgo. Por ello, la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental dictaminó ayer la buena calidad de las aguas de toda la costa afectada desde el punto de vista medioambiental.
Las oleadas de bolas de alquitrán, que aparecieron por primera vez el martes en Estepona y que siguieron llegando miércoles y jueves (hasta llegar a las playas de Algeciras, 40 kilómetros de costa al sur), han remitido ya. La Consejería de Salud había prohibido el baño en una docena de playas, aunque las que aún ayer tenían dificultades para el baño eran 25. Desde hoy, todas están aptas para bañarse, menos Punta Mala y La Hacienda, en San Roque, que se limpiarán este fin de semana. La situación se mantendrá salvo que el viento, que ayer cambió de levante (este a oeste) a poniente (oeste a este), vulva a traer más contaminación.
Desde que surgieron los primeros focos contaminados, los Ayuntamientos implicados (Estepona, Casares, Manilva, San Roque y La Línea) han dedicado más de 200 personas de su plantilla o contratados para la ocasión. Aunque ninguno de los alcaldes de estas poblaciones se ha quejado de la falta de información de las distintas administraciones, todas han echado en falta que les echaran una mano a la hora de trabajar sobre el terreno quitando alquitrán y suciedad. El único municipio que ha hecho balance de la cantidad de vertido retirado ha sido el de La Línea. Según el concejal de Medio Ambiente, hasta ayer se habían retirado 5.000 kilos. Los cinco alcaldes se reunirán el próximo miércoles para evaluar las pérdidas económicas y solicitar ayudas a las administraciones central y autonómica.
En cuanto a las repercusiones económicas y turísticas, el sector de la hostelería está a la expectativa porque, aunque en los días del vertido no se han producido cancelaciones, la semana que viene llega la mitad del mes de agosto y con ello, el cambio de turno de muchos veraneantes. En cualquier caso, no se prevén descensos de ocupación hotelera directamente relacionados con la contaminación.Ana Gómez, gerente del Patronato de Turismo de Málaga, manifestó ayer que su departamento se había puesto en contacto con oficinas de turismo en el extranjero y se mostró satisfecha porque éstas le habían comunicado que el vertido no había tenido una excesiva repercusión en otros países, lo que "resulta beneficioso para nuestros intereses", manifestó Gómez.
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