Las obras de un aparcamiento acaban con una decena de árboles en la avenida de Portugal

Una potente motosierra acabó ayer con una decena de cedros, pinos y acacias en la confluencia de la avenida de Portugal y la carretera de Extremadura para facilitar las obras de ampliación de un aparcamiento. La Patrulla Verde, avisada por Ecologistas en Acción, sólo pudo paralizar la tala mientras comprobaba si la empresa contaba con los permisos necesarios. El último cedro cayó a primera hora de la tarde. Los ecologistas y Cristina Narbona, portavoz adjunta del PSOE, calificaron la tala de "salvaje" y anunciaron que llevarán los hechos ante el fiscal de Medio Ambiente. Un portavoz municipal afirmó, en cambio, que se había autorizado la tala porque los árboles estaban "podridos".

Denuncias

Una decena de pinos, acacias y cedros yacían ayer en la confluencia de la carretera de Extremadura y la avenida de Portugal, donde se están realizando las obras de ampliación de un aparcamiento para residentes. Un miembro de la asociación Ecologistas en Acción, Juan García, presenció casualmente la tala cuando pasaba por la zona a media mañana y avisó a la Patrulla Verde -unidad de la Policía Municipal especializada en temas ecológicos-. Mientras llegaba, García trató de impedir que los empleados de la empresa que realizaba los trabajos acabasen con el último árbol que permanecía en pie -un cedro que este ecologista dató en unos 80 años-, situándose delante del ejemplar.Momentos después se personó en el lugar una unidad de la patrulla verde, que paralizó la tala. Pero el cedro cayó a tierra pasadas las tres de la tarde, seccionado por una motosierra, apenas media hora después de que Juan García y la portavoz del grupo PSOE-progresistas para Medio Ambiente, Cristina Narbona, que había acudido a la zona, abandonaran el lugar. "Se ha comprobado que tenían permiso de la junta de distrito con un informe adjunto diciendo que los árboles están enfermos, y la tala ha concluido por la tarde", aseguró un portavoz de la Patrulla Verde.

"Es absolutamente mentira que los árboles esten enfermos. Están vivos y bien vivos. Si la Patrulla Verde ha visto el permiso y estaba en orden, que no lo hubiesen paralizado. Me he sentido estafado por la Patrulla Verde y amenazado por los empleados de la empresa, que me han puesto una motosierra sobre la cabeza", señaló García, que cuestionó el informe de Parques y Jardines sobre el estado de los árboles. "Los técnicos son absolutamente depredadores del arbolado urbano; mienten como bellacos porque actúan al servicio de las obras. Los vecinos han visto que los árboles estaban sanos y actuaban como pantalla acústica además de protegerles del impacto del sol", afirmó. "El ruido va a subir en esa zona 20 decibelios y la temperatura tres o cuatro grados. Mañana mismo [por hoy] vamos a preparar una denuncia", aseguró este ecologista.

Cristina Narbona contactó con el cuarto teniente de alcalde y responsable de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri. "Me ha dicho que no sabía nada. Si el Gobierno municipal ha autorizado esto vamos a denunciarlo ante el fiscal de Medio Ambiente. Es una tala salvaje. Se ve que no estaban enfermos, pero en la forma en que los han arrancado han muerto para siempre. Esta tala es una actuación más en la época estival aprovechando la ausencia de madrileños", indicó Narbona.Un portavoz municipal aseguró que la zona es "un descampado que los vecinos usan como aparcamiento. Los árboles estaban podridos y cuando una cosa no vale, pues no tiene valor", añadió. García-Loygorri salió al paso de la polémica a última hora de la tarde con una nota en la que afirma que los 10 árboles talados presentaban "pudriciones, orugas o una excesiva inclinación". Los dos cedros, en concreto, tenían "ramaje bajo y nidos de orugas", según la nota.