Zapatero exige a Aznar hacer una estrategia común contra ETA y al PNV una rectificación
Los interlocutores de José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general socialista, para asuntos de terrorismo transmitieron ayer a sus homólogos en el Gobierno que los dos principales partidos del país, PP y PSOE, deben pasar ya de la época de las declaraciones y respaldos en común frente a ETA a las actuaciones conjuntas, tanto en iniciativas como en la elaboración de mensajes. Hoy se reunirán de nuevo para consensuar el método de trabajo de los partidos democráticos. Rodríguez Zapatero aún incluye en ese foro al PNV, formación de la que ayer alabó su trayectoria y a la que reclamó una rectificación a fondo.
Reunión urgente
La idea que José Luis Rodríguez Zapatero propone en estos momentos dramáticos al Gobierno de José María Aznar se resume en una filosofía que ayer, antes de interrumpir unas breves vacaciones familiares en Mojácar (Almería), llamó "reforzar la cooperación, lealtad y unidad de todos los partidos políticos del arco democrático y parlamentario".Rodríguez Zapatero regresó a primera hora de la tarde de ayer a Madrid para desarrollar una reunión de trabajo en la sede central del PSOE, en Ferraz, con un equipo reducido de su Ejecutiva Federal, en la que destacaban los tres interlocutores de este partido para tratar asuntos de terrorismo con el Gobierno: Alfredo Pérez Rubalcaba, Jesús Caldera y Nicolás Redondo Terreros. El secretario general del Partido Socialista de Euskadi y nuevo responsable federal de asuntos institucionales viajó directamente desde Zumaia, donde por la mañana participó en diversos actos en memoria de José María Korta, el empresario asesinado el martes por ETA. A la convocatoria de Zapatero también acudieron otros miembros de la ejecutiva socialista, como su número dos, el secretario de Organización, José Blanco, y Juan Fernando López Aguilar, Trinidad Jiménez, Cristina Narbona y Micaela Navarro.
"Encrucijada" del PNV
La cúpula del PSOE debatió ayer, antes y después de acercarse a las ocho de la tarde a la concentración en la Puerta del Sol en Madrid para protestar por los últimos atentados de ETA, sobre la manera de ofrecer al Gobierno su deseo de colaborar permanentemente en la estrategia antiterrorista. Una línea de actuación que, como recordó desde Mojácar el propio Zapatero, corresponde fijar constitucionalmente al Ejecutivo y en concreto a su Ministerio del Interior.
Los interlocutores socialistas llamaron ayer al ministro del Interior para reclamar una reunión urgente (el lunes de la semana pasada celebraron la anterior) y Jaime Mayor Oreja, que viajó por la mañana a Oropesa para reunirse con Aznar y por la tarde a Pamplona, donde fue asesinado el subteniente Francisco Casanova, les citó para hoy mismo en el Ministerio. Zapatero entiende que el Gobierno no puede negarse bajo ningún concepto a esa idea desinteresada de trabajo constante y en la misma línea de diagnóstico de los problemas del País Vasco.
El portavoz y dirigente de IU, Francisco Frutos, anunció ayer que la dirección colegiada de esta coalición se reunirá mañana para analizar la situación e instar a los demás partidos a buscar "una salida política que aisle a ETA y a quienes les rodean".
Para que se apreciase que esta oferta del PSOE no tiene ningún tinte partidista, Rodríguez Zapatero se negó ayer a salir al paso de las afirmaciones que el lunes realizó el presidente del Gobierno, José María Aznar, después de visitar al Rey en el Palacio de Marivent, y en las que presumió de que su Gobierno era el primero que luchaba democráticamente contra el terrorismo. Zapatero entiende que tendría una respuesta crítica demasiado "fácil" para Aznar, pero prefirió darlo "por superado". Eso sí, tras subrayar que los ciudadanos están ahora más preocupados por la amenaza terrorista, Rodríguez Zapatero recomendó "al presidente que mantenga el tono de prudencia y responsabilidad".
Rodríguez Zapatero concedió una conferencia de prensa en Mojácar para hablar exclusivamente sobre el escenario de dolor y muerte introducido de forma sanguinaria por ETA este verano, en el que no observa más mensaje que el de la "aberración y la locura". El líder del PSOE reiteró su condolencia y solidaridad con las últimas víctimas, y su apoyo al "difícil" trabajo policial de las fuerzas de seguridad, lanzó un mensaje para tranquilizar a los ciudadanos y llamarles a confiar en las instituciones del Estado, y a continuación expresó su ofrecimiento a aumentar la participación de los socialistas "en la estrategia de todos los demócratas para lograr la paz".
En tono solemne y firme, Zapatero se dirigió directamente al PNV para subrayar su trayectoria democrática, sus buenas e históricas relaciones con el PSOE, y para llamarles la atención ante la "encrucijada decisiva en la que están para el futuro de los ciudadanos a los que tanto aman y tanto dicen defender". Tras puntualizar que no pretende azuzar la crítica contra ese partido "ni atizar ningún fuego", Rodríguez Zapatero formuló como "deseo" y "convicción" su exigencia al PNV para que rectifique y "abandone su estrategia de los últimos años". Para que elija entre ser uno de los "artífices directos" de la paz o seguir en la línea soberanista de la confrontación. El dirigente socialista señaló que mientras eso no suceda, su partido no podrá emprender ninguna vía de diálogo "mínimamente serio" con el PNV.
Entre las bases que Zapatero y el PSOE proponen al Gobierno para su cooperación hay únicamente una condición. Zapatero planteó al PP, en un ámbito casi de "sugerencia", que "se abandone cualquier cálculo electoral". Así se lo harán saber al Gobierno, aunque él no ha hablado en los últimos días directamente con Aznar.
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