Aguirre dice que los presos saldrían de la cárcel si ETA dejara de matar

"Es imposible negociar con quien tiene la pistola y la amenaza encima de la mesa". La presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, pidió ayer a los terroristas que acepten las reglas del Estado de derecho para llegar a una salida que acabe con la espiral asesina de ETA. La presidenta de la Cámara alta aseguró, en esta línea, que "el Estado sabría ser generoso con quienes renunciasen a utilizar la violencia para imponer sus ideas", porque "el sufrimiento y el dolor no son la solución".

La presidenta del Senado hizo unas breves declaraciones en la Universidad Menéndez Pelayo, al término de una conferencia de Jon Juaristi, director de la Biblioteca Nacional. Aguirre se reafirmó en que "cualquier idea se puede defender y España es un país libre, por lo que no es posible tratar de imponer las ideas mediante la violencia, el tiro en la nuca, los coches bomba y el terror". A lo que añadió: "La democracia frente a estos asesinos no tiene otra forma de luchar que aplicarles la ley, perseguirles y hacerles comprender que ésta no es la forma de actuar".

Acerca de las recientes declaraciones del presidente del Gobierno José María Aznar, en el sentido de que es la primera vez que se combate a ETA con las reglas del Estado de derecho, dijo: "El PP ha dado por zanjada la polémica con el PSOE".

Lucha "dura" y "larga"

"La lucha va a ser dura y larga", recalcó Aguirre, que, sin embargo, mostró su confianza en que "al final la victoria será de los demócratas". "Lo que tenemos que buscar", continuó, "es la unión de todos los que estamos en contra de la violencia". La ex ministra de Educación y Cultura se refirió después explícitamente al nacionalismo vasco e hizo un llamamiento "a todos los que dicen estar en contra de la violencia, pero que están en un pacto con quienes no condenan la violencia, para que se unan a los demócratas". "Me refiero a PNV y EA", precisó.

"Muchas veces pienso que los terroristas que están en las cárceles saldrían inmediatamente si decidieran dejar las armas; si las dejan, se terminarían los presos por los que algunos dicen luchar", manifestó Aguirre, quien admitió la posibilidad de una negociación con ETA, pero puso como requisito indispensable el fin de los atentados.

Respecto a un hipotético futuro sin violencia, la presidenta del Senado aventuró que "el Estado sabría ser generoso con quienes renuncian a utilizar la violencia para imponer sus ideas".

A pesar de la crudeza de los atentados, Aguirre cree que "la escalada de violencia terrorista tiene quizá como objetivo aparentar una fortaleza que la banda no tiene", una opinión que han repetido varios políticos estos días. En todo caso, "el sufrimiento y el dolor, que es lo único que están creando a su alrededor, no es la solución. La solución es la democracia, la ley y el Estado de derecho", finalizó Aguirre, que está pasando sus vacaciones en la localidad cántabra de Pedreña y se acercó a la universidad a escuchar la conferencia.