Aznar concluye que Zapatero asume sus principios "esenciales" de la lucha contra ETA

José María Aznar sólo aclaró ayer que José Luis Rodríguez Zapatero coincidió con él, en la primera entrevista que mantuvieron el miércoles, en dos "cuestiones esenciales" sobre la violencia y el terror que se vive en el País Vasco: el PSOE tampoco está dispuesto a que se pague ningún precio, "ni directa ni indirectamente", porque ETA deje de matar, y ambos "partidos nacionales" comparten la defensa del mismo marco jurídico con la Constitución y el Estatuto. Aznar no quiso aclarar si el nuevo líder del PSOE acepta su estrategia, "deseable y conveniente", de construir juntos una alternativa al PNV.

El presidente del Gobierno recibió ayer en La Moncloa al primer ministro de Túnez, Mohamed Ghannuchi, con el que por la tarde compartió una conferencia de prensa. Tras opinar sobre las "excelentes" relaciones de España con Túnez y el entorno mediterráneo, Aznar aceptó algunas preguntas sobre cuestiones nacionales y en particular sobre su recientre entrevista, la primera, con el nuevo líder del PSOE.Aznar concedió que tenía "interés" por conocer a José Luis Rodríguez Zapatero e intercambiar opiniones con el nuevo máximo responsable "estable" del PSOE, partido al que situó como un "instrumento normal" de la oposición para "articular acuerdos necesarios".

Sobre el País Vasco, Aznar reconoció que él mismo expuso a Zapatero sus opiniones sobre "por dónde debe ir encaminado el proceso de erradicación del terrorismo". Y extrajo la conclusión de que su interlocutor compartió "ámbitos de coincidencia importantes en cuestiones esenciales". En concreto, dos. El primer principio común, según Aznar, es que ni el PSOE y ni Zapatero están dispuestos "a pagar ningún precio a los que ejercitan la violencia por cesar o dejar de ejercitarla, ni directa ni indirectamente". El segundo es que ambos "partidos nacionales" defienden el mismo marco jurídico: la Constitución y el Estatuto de Autonomía.

Aznar sostiene que en su entrevista con Rodríguez Zapatero "percibió un acuerdo sustancial" sobre esos dos puntos.

Cuando se inquirió a Aznar sobre si había llegado a precisar en persona a Zapatero su conocida propuesta para articular una alternativa política democrática entre PP y PSOE al actual Gobierno nacionalista del PNV y EA, el presidente se limitó a responder que, según su punto de vista, "estructurar de una manera" esa comunión de "valores y principios" conjuntos era "deseable y conveniente". Incluso aunque se registraran "elementos de diferencia". No fue más explícito.

Sí aprovechó para reclamar del PSOE, a partir de ahora, "opiniones claras y sin confusiones que respondan a los mismos criterios, en público y en privado". Aznar respondió así cuando se le recordaron sus reproches al PSOE en la última campaña electoral, en mitines y actos públicos que se celebraron a los pocos días del asesinato del dirigente socialista vasco Fernando Buesa, en los que aludió a las posibles tentaciones del PSOE de acabar pactando con el PNV.

Se remitió a la declaración del día anterior en La Moncloa del propio secretario general del PSOE, en la que éste aseguró que jamás negociaría nada con el PNV hasta que ese partido no rectifique "a fondo" sus tesis vigentes en el Pacto de Estella.

Más tarde insistió, ante las negativas conclusiones que se le avanzaron del Euskobarómetro sobre el escenario vital del País Vasco, en que para obtener alguna recompensa futura no se puede ni debe "cejar ni un minuto ni un segundo en la lucha por las libertades, ni andar con confusiones ni marchas atrás".

También se le refrescó a Aznar sobre cómo ironizaba en la campaña electoral sobre los 17 proyectos del PSOE en las distintas comunidades de España. El presidente midió mucho esta vez su respuesta. Sí consideró que un partido nacional "debe poder responder a un proyecto global para llegar a acuerdos". Y quiso poner un ejemplo para sondear a sus adversarios socialistas ante la inminente reforma de la enseñanza de las Humanidades que pretende impulsar el Gobierno este otoño: "Si defendemos el mismo modelo territorial, PP y PSOE, no debería ser de difícil acuerdo que en las escuelas españolas se enseñe una parte del tronco común" de la Historia de España.

Aznar, por último, eludió pronunciarse sobre el método democrático y participativo elegido por el PSOE en el 35º congreso para elegir al secretario general con el voto libre, directo y secreto. Y tampoco sobre las primarias para designar a su futuro candidato. Aznar entiende que el sistema del PP, que no precisa un congreso ni el voto secreto sino la nominación en una Junta Directiva Nacional, es "igual de participativo, libre y secreto".

El presidente del PP se escudó en el respeto al proceso interno vivido el pasado fin de semana por el PSOE para no comentar sus conclusiones al respecto. "Cada partido es muy libre de tomar sus decisiones", sentenció.