Alegría de los colonos

La única fuerza política que ha asumido la responsabilidad de lo sucedido en Camp David ha sido el Partido Nacional Religioso, la plataforma de los 150.000 colonos judíos cuyos dirigentes manifestaron ayer, a través de un portavoz, la alegría por el fin de las negociaciones. Aseguraron que "la presión ejercida sobre el Gobierno ha impedido que Barak llegara más lejos en sus concesiones a los palestinos e incluso materializara los acuerdos".El entusiasmo por el fracaso de las negociaciones demostrado por los radicales judíos era también compartido ayer por los extremistas palestinos del movimiento integrista Hamas, que, a través de su líder religioso, el jeque Ahmed Yasín, aseguraba que el resultado era evidente, puesto que "Israel no quiere la paz, sino el control de la tierra". El jeque llamó otra vez a los palestinos a la "resistencia" y a recuperar por las armas los territorios.

El portavoz de Barak acusó a Arafat de "mantener sus posiciones extremistas", mientras la diputada palestina Hanan Asrawi respondía que los "israelíes fueron a Camp David con fórmulas preconcebidas" y poco o nada dispuestos al diálogo.