Una bofetada a la ciencia en la Universidad

El pasado 10 de julio tuvo lugar en el Museo de la Ciencia de Barcelona un acto de presentación del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, que contó con la presencia del propio presidente del Gobierno. En el mismo, la investigación universitaria fue completamente ignorada. Ninguno de los oradores que presentaron sus proyectos pertenecía a la Universidad. Es más, los científicos universitarios que han realizado importantes contribuciones a alguno de los proyectos expuestos, ni fueron mencionados.El acto fue una alabanza al CSIC y a la industria. Naturalmente que la contribución de ambos a la investigación española es significativa, pero, sin duda, es minoritaria. La interpretación obvia es que la ministra Birulés no conoce que la mayor parte de la investigación en este país se lleva a cabo en la Universidad y en los hospitales universitarios. Todos ellos han sido ninguneados en el acto que pretendía ser la puesta de largo del nuevo equipo del Ministerio de Ciencia y Tecnología. La presencia del presidente del Gobierno hace que el gesto sea aún más amenazador.

El Gobierno no parece ser consciente de que la Universidad es una institución docente e investigdora. Con la separación de funciones en los dos nuevos ministerios está muy claro que el de Educación está a cargo del primer apartado, pero si el Ministerio de Ciencia y Tecnología ignora a la Universidad, entonces, ¿quién estará al cuidado de la investigación que en ella se realiza?

No se puede decir que los científicos españoles hayamos tenido mucha suerte con los últimos responsables máximos de la política de universidades e investigación. Llevamos una serie de ministros de Educación y Ciencia a los que parece que el ministerio se les haya dado como un premio de consolación por habérseles negado otros cargos más apetecibles, o como una estación intermedia en su camino hacia lugares más altos. La última etapa socialista nos castigó con la inactividad de Suárez Pertierra y DE Jerónimo Saavedra. La larga época de Esperanza Aguirre fue un puro despiste, y el último año, con Rajoy, se dejó perder miserablemente.

El resultado es que en los últimos siete u ocho años se ha hecho muy poco para resolver los graves problemas que la Universidad y la investigación tienen en España.

Ahora que parecía que, por fin, el Gobierno se iba a tomar en serio el tema al crear el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología, a la primera ocasión dejan a la investigación universitaria en la cuneta. Como decíamos más arriba, estábamos mal, pero quizás acabemos diciendo aquello de "¡Virgencita de Lourdes, que nos quedemos como estamos!".

Joan J. Ginovart es catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona. Email: guino@sun.bq.ub.es