"El público de 'heavy metal' es el más leal"
Steve Harris (Londres, 1956) tiene madera de líder y como tal ejerce. Lleva décadas al frente de Iron Maiden, una banda que busca su renovación a partir de las claves que le hicieron conquistar el éxito y ahora condensa en Brave new world, su último trabajo. El bajista de la banda de heavy metal se subió ayer escenario del velódromo de Anoeta de San Sebastián para iniciar la gira promocional de su nuevo disco y lanzó un nuevo alegato en favor de su público, al que considera el más "apasionado y más fiel" de todos. El concierto no pasaría de ser uno de tantos que ha ofrecido en este mismo marco en más de dos décadas de andadura si no fuera porque Bruce Dickinson, el vocalista que abandonó la Dama de Hierro en 1993, ha regresado y promete horizontes más esperanzadores para el grupo que continuó entonces su trayectoria con Blaze Bayley. "¿La experiencia con Bayley no resultó todo lo satisfactoria que esperaban?" Bayley es muy bueno, pero Bruce decidió que quería volver, nos reunimos y decidimos entre todos que regresaba al grupo", responde.
El líder de Iron Maiden se niega a entrar en más detalles, es escueto en sus respuestas, da la sensación de que se ha aburrido de tanta entrevista. Sólo se extiende un poco más cuando se trata de hablar de su nuevo disco Brave new world, que hace el número 15 de su trayectoria. "Es un trabajo muy fuerte, progresivo, pero también distinto de los anteriores. Iron Maiden vive en eterna evolución y este álbum es parte de un desarrollo lógico de nuestra carrera". Es más cauto y más humilde que Dickinson en sus afirmaciones, quien afirma que el álbum "va a dejar muy clara la posición de Iron Maiden como uno de los grupos más importantes de rock duro de todos los tiempos".
La Dama de Hierro ha aprendido a lo largo de su trayectoria a defenderse de los dardos que les llueven por todos los flancos; a quienes cuestionaron su solidez como grupo tras la marcha de Dickinson y a quienes lanzan dardos contra un género excesivamente vilipendiado. Hay incluso quien dio por muerto al grupo en su etapa anterior. Pero Harris no se molesta en contestar con palabras altisonantes. Se toca el brazo, marcado por un tatuaje, y dice con sarcasmo: "Estoy vivo. Simplemente invito a quien lo piensa a que venga, vea el espectáculo y compruebe como reacciona el público".
Tantos años en la brecha del rock duro dan para mucho, también para sentirse atrapado por la rutina. Pero este no es el caso. "Lo nuestro", dice Harris, "no es una cuestión de motivación; nos encanta hacer heavy metal, tocar en directo y por eso seguimos haciéndolo. No hay ninguna otra pretensión". Ni la convicción de que el género que les ha atrapado y les ha posibilitado darse baños de masas en los escenarios ha sido injustamente tratado les desanima. "Esto no es algo nuevo", asegura. "Siempre ha sido así pero no sé por qué ocurre. No encuentro la explicación porque es una música muy honesta. Quizá sea porque hay gente muy puesta que la menosprecia". Y lamenta que en Inglaterra, su país natal, las radios no "pongan heavy metal".
La madurez del grupo contrasta con su vitalidad, con sus ganas de seguir adelante. Harris dice que uno de los motivos que le empuja a seguir es la respuesta de sus incondionales. No deja de ser curioso que ayer consiguieran reunir en en una ciudad como San Sebastián, a la que se le atribuye cierta dosis de ñoñostiarrismo, a más de 7.000 personas. "El público del heavy es el más apasionado por la música y el más leal. Les gusta y lo demuestran con ganas", afirma Harris.
Para quienes teman la retirada de Iron Maiden han de saber que tienen cuerda para rato. No se plantean su retirada en absoluto y cuando se le pregunta a Harris por el abandono de los escenarios responde irónico: "No tengo una bola de cristal".
Sucesores
El líder de la Dama de Hierro se muestra reacio a hablar de hipotéticos grupos que pudieran sucederles en escena, no ven el momento de ceder el testigo. "¿Qué grupos están llamados a ocupar su lugar en el futuro?". "No tengo ni idea", responde Harris. ¿Cree que ninguno alcanza su nivel?" " No es por eso. Simplemente no hay bandas que me gusten en conjunto. Quizá me llaman la atención dos o tres de sus canciones, pero no sabría decir el nombre de un grupo".Iron Maiden no tiene de momento proyectos en la cabeza. Está volcado de lleno en la promoción de este nuevo disco, que presentan hoy en Las Ventas de Madrid, el sábado en Murcia y el domingo en Barcelona. Huyen de las modas, también en este trabajo que incluye una producción de lujo, con la presencia de Kevin Shirley ( Aerosmith, The Black Crowes, Silverchair). La banda londinense alcanza así sus casi 25 a años de trayectoria y renueva su compromiso con el heavy metal. A lo largo de su carrera ha vendido más de 50 millones de discos y ha editado un juego de ordenador (Ed Hunter) y una quincena de elepés entre otros trabajos.
Babelia
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