Las obras en la sede de la Diputación de Vizcaya continuarán hasta el otoño

El Palacio Foral, la sede principal de la Diputación de Vizcaya, no estará reformado hasta el otoño. Las obras, que empezaron a realizarse hace ocho meses ante el riesgo de desplomes, no estarán concluidas este mes como se preveía, con lo que se frustra el deseo de las autoridades forales de presentar la rehabilitación el 31 de julio, cuando se cumple el centenario del inmueble. El Consejo de Gobierno de la Diputación tiene previsto aprobar en su reunión semanal de hoy una prórroga en el plan de trabajos del edificio.

"Delicado"

El primer centenario del Palacio Foral, que se cumplirá el próximo 31 de julio en coincidencia con la festividad del patrón de Vizcaya, se vivirá aún en obras. Los planes de los dirigentes de la Diputación para que la rehabilitación del edificio, que está catalogado como monumento, estuviese finalizada para el último día de este mes se han truncado definitivamente. Fuentes de la Diputación reconocen la importante demora de los trabajos, que se puede prolongar hasta el próximo otoño. Las obras en el interior del palacio se prevé que estén finalizadas para el día 31, pero la rehabilitación de las fachadas aún se demorará varios meses más. De hecho, el Consejo de Gobierno aprobará en su reunión semanal de hoy una prórroga del pla de trabajos para la reparación integral del palacio.La remodelación, con un presupuesto de 700 millones, pretende acabar con el riesgo de desplomes del inmueble, sito en plena Gran Vía bilbaína. Un informe del cuerpo foral de bomberos concluyó hace casi dos años la necesidad de rehabilitar el edificio. Poco antes, el 14 de julio de 1998, un cascote de unos diez centímetros de tamaño había abierto una brecha en el cráneo a una mujer de 38 años que caminaba por la calle Astarloa. Las lesiones no revistieron gravedad, pero evidenciaron la precaria situación de estabilidad del inmueble.

En su trabajo, los bomberos constataron que el estado de algunos elementos ornamentales de las fachadas, repisas y cornisas fundamentalmente, aconsejaba una rápida intervención. De hecho, las obras han sido definidas por la institución como "importantes y delicadas".Las obras se han acometido al tiempo que continuaba el trabajo en la institución, lo que ha ocasionado molestias a funcionarios y ciudadanos desde diciembre, mes en el que se inició la remodelación. Además, ha coincidido con las obras de peatonalización de la Gran Vía bilbaína que desarrolla desde principios de año el Ayuntamiento de la ciudad, con lo que los accesos a la sede de la Diputación también han sido problemáticos para el público y los empleados.

El palacio es la principal sede de la Diputación y acoge en su interior el despacho del diputado general, las dependencias del equipo de gobierno foral, el Departamento de Presidencia y el Registro de Contratistas. Es, además, uno de los pocos inmuebles -junto a la Biblioteca foral y las dependencias que forman parte del patrimonio histórico- que mantendrá la institución tras su magna operación inmobiliaria de traslado a Abandoibarra. Esta operación supondrá la venta de la veintena de inmuebles que la Diputación tiene actualmente desperdigados por Bilbao para financiar la instalación de una única sede en la nueva zona de expansión urbanística de la ciudad.