Dos familias denuncian a una clínica de Huelva por confundir cadáveres
El Juzgado de Instrucción número 6 de Huelva ha abierto una investigación tras la denuncia, "por daños y perjuicios", interpuesta por dos familias contra los responsables de la clínica Blanca Paloma, un centro concertado con el Servicio Andaluz de Salud, situado en la capital onubense. Según la denuncia, esta clínica intercambió dos cadáveres. Uno de ellos fue incinerado el pasado fin de semana.
Versión del hospital
El hospital notificó la madrugada del viernes por teléfono a los allegados de José Olmedo Oses, de 75 años, el grave estado en el que se encontraba. Tras su llegada, firmaron la defunción del anciano cuyo cadáver fue velado y, posteriormente incinerado. Además, estuvieron a punto de esparcir sus cenizas, pero los médicos advirtieron a última hora de que el cadáver incinerado no era el de Olmedo Oses.Carmen García Olmedo, sobrina de uno de los fallecidos, ambos de similar edad, explicó: "Cuando fuimos a la habitación nos encontramos a un hombre amortajado, sin que nadie nos precisara la hora exacta y las causas de su fallecimiento". "Entonces", añadió, "me acerqué a un celador y le dije que ese no era mi tío, por la forma de sus rasgos, pero él me dijo que eso eran las secuelas de la muerte y que la cámara frigorífica lo había desfigurado un poco. Al final, me lo acabé creyendo cuando vi a todo el mundo besándolo y llorando". La macabra historia se aclaró durante la tarde del sábado, cuando los parientes del fallecido e incinerado por error empezaron a preocuparse porque el cuerpo de su familiar no aparecía.
Ambas familias, tras descubrir que se habían confundido los cuerpos, criticaron al centro hospitalario y, en particular, al celador que les atendió. "No se molestó ni en mirar el nombre del cadáver antes de mostrarlo", explicó Carmen García Olmedo. "No me extraña que puedan ocurrir estas cosas porque no se informa a la gente y, además, todo se hace deprisa y corriendo", añadió.
La dirección de la clínica Blanca Paloma admitió ayer todo lo ocurrido e informó de que se ha abierto una investigación interna, además de la judicial. Uno de los responsables del centro sanitario aseguró que "ha existido una confusión de los familiares en el reconocimiento" y explicó: "Lo que se hace normalmente es llamar a los allegados para que autoricen la retirada de un cadáver".Lo cierto es que los familiares de José Olmedo, un hortelano de Huelva, tendrán hoy que volver a pasar un auténtico calvario, ya que tendrán que incinerar a su familiar tras creer que ya lo habían hecho.
Las dos familias afectadas por el error han interpuesto una denuncia ante el juzgado para pedir daños y perjuicios. "Nosotros esperamos que con esta denuncia no se vuelvan a producir hechos de estas características tan desagradables", explicó Carmen García.
Los familiares de José Olmedo ya han devuelto las cenizas del otro cadáver a sus verdaderos allegados. Carmen García manifestó a Efe: "A veces parece que todo está predestinado, porque cuando nació mi tío también le cambiaron el nombre y en vez de José, le pusieron Josefa".
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