Elegido con el mandato de hacer la paz

El primer ministro israelí, Ehud Barak, fue elegido "con el mandato de hacer la paz", como recordó en vísperas de su llegada a Camp David su anfitriona, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright. Al pie del avión que le trajo a Washington dejaba un país dividido casi por la mitad, cuyo mejor ejemplo era el resultado de la votación con la que salvó, por los pelos, la moción de censura contra su Gobierno presentada por los conservadores del Likud. Barak perdió la votación, pero la oposición no consiguió la mayoría necesaria para hacer caer al Gobierno laborista, gracias en parte a los votos de los partidos árabes.Cualquier concesión que se le pueda atribuir a Barak en un eventual acuerdo será sin duda magnificada en Israel. Sin embargo, el episodio de la moción de censura puede jugar también a su favor en cuanto que reduce sobre el papel su capacidad de decisión, igualándole con Arafat en cuanto a debilidad negociadora. Si no hay acuerdo, ante el previsible levantamiento palestino, Barak no tendrá otro remedio que formar un Gobierno de gran coalición con el Likud.