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"Nuestro filme es más sobre personas que sobre pollos", dicen los directores

Jacinto Antón

Un gallo en triciclo

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La gran fuga de las gallinas

¿Son conscientes Peter Lord y Nick Park, directores de Chicken run: evasión en la granja, de que muchos niños no volverán a comer pollo tras ver su película? "Sí, responde Lord con una sonrisa. "Es curioso, porque no pretendimos que fuera una película política, pero en la práctica, los niños volverán a casa y no creo que les apetezca comer enseguida pollo". En todo caso, los directores, que ayer se encontraban en Barcelona para promocionar su filme, subrayan que éste, "es más sobre las personas que sobre los pollos", pues son obviamente comportamientos y asuntos humanos los que se plantean en la película. De la relación de Evasión en la granja con el filme bélico La gran evasión explica Park: "Era un juego que nos pareció muy divertido; empezó con un chiste, una idea. Peter y yo nos criamos viendo La gran evasión, siempre la daban en vacaciones, y por otro lado teníamos las gallinas, que son unas criaturas tan divertidas, pero supuestamente cobardes. Y la idea, entonces, fue colocar a las gallinas en el contexto de un campo de prisioneros de la II Guerra Mundial, realizando actos heroicos. Además, pensamos que sería bueno que el público adulto reconociera todas esas cosas, esas claves que relacionan nuestra película con La gran evasión". En Evasión en la granja la gallina protagonista es repetidas veces encerrada como castigo en un cajón (la célebre "neverrrra", en que los nazis confinaban al rebelde Steve McQueen) y se dedica allí a juegar con una pelota de béisbol, como el personaje humano.

Muchas de las escenas de fuga están copiadas plano por plano de La gran evasión -incluido el salto final en moto sobre las alambradas: aquí un pollo en un triciclo-, como lo están mecanismos de escape, barracones, alambradas y hasta la actitud de la propietaria de la granja, a la que, explican los directores, han hecho todo lo posible para que sugiera un aterrador comandante de campo alemán. Los sustos, el ambiente oscuro, la decapitación de una gallina, la amenaza mortal que pesa sobre todas ellas... ¿no es un poco cargar las tintas para los niños? "No, qué va, a los niños les gusta que los asusten", zanja Lord.

Los directores resaltan la calidad de fábula de su historia. "No deja de ser una historia de personas, con temas como la guerra de sexos, la pugna cultural entre EE UU y Gran Bretaña, y la lucha entre generaciones. Hemos jugado con esos temas y nos hemos divertido mucho".

Los directores apuntaron la dificultad de crear seres con plumas con plastilina. "Era una contradicción, y nos vimos obligados a rediseñar una gallina: simplemente no podía ser como en la realidad. Afortunadamente trabajamos con plastilina y ese es el material más expresivo que existe".

¿Ha provocado quejas en el mundo de la industria avícola el filme? "Sí", dice Park, "y en Gran Bretaña una reacción curiosa: leí en la prensa que alguien había ido a rescatar a 500 pollos de una granja y que dijo que su acción estaba inspirada en nuestra película". ¿Habrá una Fuga de Colditz en versión pollos? Los directores sonríen: "Es posible, pero lo que no queremos es hacer una secuela, una Evasión en la granja 2. Planeamos una versión de la fábula de La liebre y la tortuga que será muy innovadora".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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