El 50º Festival de Música de Granada programará obras inspiradas en la Alhambra

La próxima edición del Festival de Música y Danza de Granada, conmemorativa del cincuenta aniversario de su creación, constituirá un recordatorio de su andadura y se interpretarán obras inspiradas en Granada y la Alhambra. También se programarán músicas interpretadas originalmente con motivo de celebraciones. En la edición clasurada el domingo el festival granadino obtuvo 67,9 millones de pesetas de ingresos por taquilla.

Reserva de entradas

La Orquesta Nacional de España interpretará, en el concierto de inauguración, el mismo programa que ejecutó en la primera edición del certamen, compuesto por obras de Manuel de Falla, entre ellas El amor brujo y las Noches en los jardines de España.La programación en general, según adelantó el director del festival Alfredo Aracil, se ceñirá a dos líneas principales, el recuerdo de los momentos más brillantes de las ediciones anteriores y a interpretar obras tales como tedéum, música fúnebre o cualquier otra concebida para ilustrar un acontecimiento relevante. "Será un recuerdo y un homenaje al pasado, pero con lozanía suficiente", precisó Aracil.

El director del certamen, que tiene previsto abandonar el puesto en 2001, ha trabajado durante dos años en el programa del cincuentenario, que tendrá un carácter especial, aunque sin abandonar la línea instaurada desde hace dos años. Aracil fue designado director en 1994 pero ayer reveló que los cuatro primeros años en que estuvo al frente del certamen fueron de "tanteo".

En la última edición, que fue clausurada el pasado domingo con un concierto de la Orquesta Sinfónica de Londres, el festival superó con creces las previsiones económicas y recaudó por taquilla cerca de 68 millones de pesetas, casi nueve millones sobre lo presupuestado. La ocupación fue del 96,65% , unas décimas por encima del festival de 1999.

Alfredo Aracil redujo a una "anécdota" el fiasco del concierto inaugural a cargo de La Petite Bande en el palacio de Carlos V, en el que grupo de cámara estrenó un tipo de trompeta natural, sin pistones, construida a partir de una representación pictórica del siglo XVIII, que desafinó continuamente y provó alguna protesta.

"Ese concierto era una de las apuestas más seguras del festival, pero la sorpresa salta cuando menos se espera. Lo único que yo sabía es que era un concierto que, por usar instrumentos históricos, no iba a sonar fortísimo", señaló.

El director del certamen admitió que la falta de información sobre las formas de conseguir las entradas, personalmente o por Internet, causó molestias considerables a los aficionados que acudieron los primeros días en que se pusieron las entradas a la venta. De hecho, la facilidad en la reserva es uno de los aspectos peor puntuados en la encuesta que, desde hace tres años, un grupo de estudiantes de la Universidad de Granada hace entre los asistentes."La valoración en conjunto es de satisfacción. Ha sido el mejor festival de cuantos he dirigido, tanto por el programa como por el resultado. Hubo apuestas muy fuertes, como la presentación de La flauta mágica de Mozart en el Generalife, en la que nos arriesgamos a montar una ópera en un lugar no adecuado y que se generara un fallo en cadena. El resultado final convierte en anécdota el problema de la trompeta del comienzo", dijo.

Aracil destacó el hecho de que el 70,3% del público no residente en Granada admitió en la encuesta que se había desplazado atraído únicamente por el festival. Además, el certamen logró interesar este año a un público usual que, sin embargo, le había dado la espalda en las últimas ediciones. Lo demuestra la reducción del porcentaje de quienes asistieron por primera vez mientras que se incrementó el de aquellos que habían ido en otras oportunidades.

El prestigio de los actos obtuvo en la puntuación del público un 7,7 sobre diez, el acceso y los aparcamientos un 6,7 y el precio de las localidades un 6,3. Las espectadoras siguen siendo mayoría sobre los hombres.