Boliden controlaba la seguridad de la balsa, según un técnico de Geocisa
Pedro Arozamena, ingeniero de caminos de Geocisa, declaró ayer como imputado ante la juez Celia Belhadj-Ben Gómeza que la empresa Boliden Apirsa, propietaria de minas de Aznalcóllar (Sevilla), era la encargada de las medidas de seguridad y control de la balsa que el 25 de abril de 1998 se fracturó, provocando un vertido tóxico. "Boliden decidía cuándo, cómo y dónde se realizaban obras y controles", dijo.El ingeniero, que declaró por espacio de unas dos horas y media en los juzgados de Sanlúcar La Mayor (Sevilla), explicó que Geocisa se dedicaba a actividades auxiliares como colocar los instrumentos de control de la balsa, inclinómetros y piezómetros, y realizar inspecciones visuales. También insistió en que Geocisa no tenía encomendado entre sus funciones el control de llenado de la cota de sólidos o los aforadores -instrumentos de control de las filtraciones-. Según Arozamena, la dirección técnica de la obra correspondía a Boliden. En este sentido, dijo que la empresa minera también debía ordenar el reemplazo de los inclinómetros, dado que no estaba prevista su sustitución mecánica.
Arozamena manifestó que el director facultativo de la obra, Antonio Ruiz Castell, ingeniero de Boliden y también imputado en la causa, era quien decidía "cuando, cómo y donde se colocaba el material de obra". Respecto a los aforadores, Arozamena insistió en que Boliden no los instaló alegando "falta de presupuesto".
Juan Contreras Fernández, el ingeniero que elaboró el proyecto de construcción de la balsa, será el siguiente imputado en declarar el próximo día 24.
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