Robert Wilson estrena mañana en Valencia un homenaje a Bach

La música, la danza, el vídeo y las artes visuales son los componentes de Relative light, el nuevo espectáculo del director de teatro norteamericano Robert Wilson, cuyo estreno mundial tendrá lugar mañana en Valencia. El escenógrafo ha tenido que adaptar el antiguo claustro de la Universidad de Valencia para desarrollar durante cinco funciones sucesivas un montaje creado como homenaje a Johann Sebastian Bach, con motivo del 250º aniversario de su fallecimiento, pero que contará también con música del vanguardista John Cage.

Una gran tela blanca

Es una mezcla consecuente con la materia, múltiple y diversa, que nutre la obra de este artista interdisciplinar, que igual pone en escena una ópera de Wagner que un espectáculo de Lou Reed, una obra de Shakespeare o piezas originales.Relative light, producida por el Instituto Valenciano de la Música, parte de una estructura musical donde cuatro bailarines interpretan movimientos coreográficos concebidos por Wilson (Tejas, 1944), al tiempo que se desarrolla una serie de proyecciones de vídeo y efectos de iluminación y sonido. La creación visual adquiere así un protagonismo incluso mayor que las piezas musicales escogidas, las variaciones para virtuosos de la popular Chaconne, de Bach, y la selección de la pieza Freeman etudes, de Cage, compuesta por medio de una compleja técnica de improvisación.

De hecho, el montaje nació al tratar de crear una realidad visual que implicara una experiencia musical. "No pretendo mostrar la música, sino hacer algo que la refuerce, mediante un dualismo, un paralelismo. Otros harían algo más acorde con el ritmo de la música. Es muy difícil mirar y escuchar a la vez, pero es posible", ha manifestado Wilson, cuyos montajes, muchos de los cuales han protagonizado los principales festivales del mundo, se caracterizan por su gran potencia visual. El director se dio a conocer en los años sesenta como una figura de la vanguardia teatral de Manhattan.

Sobre el escenario de Relative light, actuarán la violinista Nurit Pacht, considerada como una de las estrellas de 2000 por la revista Le Monde de la Musique, y los bailarines Andre Gingras, Meg Harper, Arco Renz y Elisabetta Rosso, todos ellos colaboradores de Wilson en anteriores espectáculos. Los diseñadores de vestuario e iluminación, Christophe de Menil y Aj Weissbard, respectivamente, completan el equipo de trabajo habitual en las últimas producciones del escenógrafo. Fiel a su rechazo del decorado, el escenario sólo presenta una gran tela blanca sobre la que se proyectan los movimientos, la arquitectura y las luces concebidas por el director, en conexión con el trabajo realizado por tres videoartistas.

Para salvar la estatua de Luis Vives, emplazada en el centro del claustro universitario, se ha levantado un graderío con un aforo para 300 personas, que se inicia en el pedestal de la escultura hasta alcanzar el primer piso, donde se ha previsto ubicar a 100 personas de pie. De esta manera, el humanista valenciano del siglo XV Luis Vives se convierte en un espectador privilegiado de un montaje que viajará al festival de Canarias, y posteriormente, a Francia, tras su estreno mundial en Valencia. El Instituto Valenciano de la Música, organismo dependiente de la Generalitat Valenciana, ha producido el montaje dentro de los actos de conmemoración del 250º aniversario del fallecimiento de Bach. Wilson, que ha participado como actor en Sagitario, de Vicente Molina Foix, expuso su obra artística en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) en 1993.