Un paseo sin bancos
Más de 50 nuevos comercios ocupan el espacio que van dejando las entidades financieras en el paseo de Gràcia
Una calle con vida
Los pies que recorren el paseo de Gràcia ya no calzan relucientes zapatos de ejecutivo de suelas de cuero. Desde hace cinco años, cómodas sandalias o finos tacones de marca pertenecientes a turistas han sustituido al calzado yuppie en su devenir por el mar de baldosas de olas hexagonales diseñadas por Gaudí. Pasean, observan, compran y consumen. El paseo ha dejado de ser uno de los ejes financieros más relevantes de Barcelona para convertirse en una calle turística donde 55 nuevos establecimientos -principalmente comercios y restaurantes- han abierto en los últimos tiempos sus puertas al público. Las grandes fusiones bancarias, que han hecho innecesarias algunas de las grandes sedes de los bancos, han dado como resultado una gran oferta de espacio que está siendo ocupado por comercios. Donde antes había bancos, ahora hay tiendas y restaurantes."Los bancos ya no necesitan grandes sedes", afirma Jordi Villarroya, director gerente de ProEixample, empresa municipal con capital privado que promociona la actividad comercial en la zona. "Las nuevas tecnologías implican nuevos métodos de operar que necesitan menos espacio", explica.
La sede del Banco Central, en la esquina con la calle de Mallorca, se está reconvirtiendo para albergar un edificio de modernas viviendas.
Esto es una constante: mientras los comercios ocupan las plantas bajas de estos edificios, los pisos superiores se están transformando en viviendas. "El paseo de Gràcia es una avenida comercial que tiene vida", afirma Albert González, director de Comercio y Consumo del Ayuntamiento. González pone como ejemplo lo contrario, lo que sucede en los Campos Elíseos de París, "en el que las viviendas han desaparecido. Es una avenida comercial sin vida".El señorial paseo de Gràcia, sede de la emprendedora y adinerada burguesía catalana de finales de siglo, es considerado un museo del modernismo al aire libre. El edificio de la Pedrera ha superado al Museo Picasso en el número de visitantes diarios; ofrece cada día actividades culturales, como conciertos en la impresionante terraza gaudiniana del edificio y la posibilidad de visitar uno de sus majestuosos pisos, decorado totalmente con objetos y enseres modernistas. La ruta comienza en otra obra de Gaudí, la casa Batlló, kilómetro cero del periplo modernista.
"Los comercios que se instalan en el paseo de Gràcia buscan estar presentes en una calle emblemática de Barcelona", afirma Albert González. "Piensan que pueden rentabilizar sus inversiones en esta gran avenida".
Un reto que no es fácil si se tiene en cuenta que el alquiler de los espacios comerciales del paseo es de los más caros de la ciudad. Sus precios sólo los supera el Portal del Àngel. "En el paseo de Gràcia se está hablando de un alquiler de 14.000 pesetas mensuales por metro cuadrado, pero no hay forma de comprobarlo", afirma González. En opinión del director de Comercio y Consumo, los precios del Portal del Àngel alcanzan aproximadamente las 14.500 pesetas el metro cuadrado. Un precio que califica de "barbaridad" Antonio Torrents, presidente de la Asociación Amics del paseo de Gràcia.
El último establecimiento en abrir sus puertas al público ha sido el restaurante Tenorio, inaugurado el pasado día 28 de junio. Se trata de un local espacioso que dispone de alrededor de 950 metros cuadrados, de decoración moderna en tonos morados y metalizados. Bajo el suelo de cristal se ve un barril en el que caben 5.000 litros de cerveza.
"El restaurante está teniendo una acogida muy buena", explica José Cacheiro, propietario de Tenorio. Éste es el segundo que el grupo Cacheiro abre en el paseo de Gràcia; en 1994 inauguró Ba-ba-reeva. "El precio de los alquileres es mucho más caro ahora que hace seis años", ratifica Cacheiro. "Todas las grandes firmas quieren estar en el paseo de Gràcia. Sin embargo, resulta rentable. Es una zona por la que pasa mucha gente", señala el hostelero, cuyo grupo es dueño de siete restaurantes en la ciudad. Sin embargo, el hecho de estar ubicado en este paseo no es garantía automática de éxito. La discográfica Virgin o Fashion Café, conocido también como el restaurante de las top models , fueron rotundos y sonados fracasos.
La asociación Amics del paseo de Gràcia y ProEixample trata precisamente de evitar estos fiascos. "Queremos convertir el paseo en un gran centro comercial a cielo abierto. Es nuestra obsesión", afirma Antonio Torrents. Para lograrlo, han impulsado diversas modificaciones, como el cambio de la iluminación y la reforma de las aceras. Este cambio está paralizado hasta que se determine si el AVE pasará por esta avenida. "Sería ilógico hacerlo ahora", dice Torrents.
"Tenemos un proyecto hecho", explica el director gerente de ProEixample, empresa que dispone de un presupuesto de 500 millones de pesetas para llevar a cabo la reforma, "y hemos llegado a un acuerdo o con la Sociedad de Aparcamientos para que cambie las entradas y salidas de los garajes. Esperamos acometer la reforma antes de 2003."
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