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Massimo Ranieri advierte de que el teatro es pensamiento y "no sólo divertimento"

El actor seduce con 'Pulcinella' en Almagro

Margot Molina

oNadie diría que el joven lánguido y aniñado que se paseaba en 1972 en la portada del disco Vía del conservatorio es el mismo que ese Pulcinella que, desde uno de los escenarios del Festival del Teatro Clásico de Almagro, derrocha vitalidad y seduce a todo cuanto se mueve. La producción italiana conquistó al público, que, aunque no llenó el Teatro Municipal -algo que suele pasar con las obras que no son en castellano-, agradeció con largos aplausos la buena ración de comedia del arte, salpicada con las canciones de populares del XVII, que interpretó Massimo Ranieri. "El teatro no es sólo divertimento, sino también pensamiento", afirmó el actor.

Massimo Ranieri, napolitano de 49 años, triunfó en los setenta con sus canciones cargadas de rebeldía y romanticismo, y conquistó el Festival de San Remo en 1988 con su Perdere l'amore. Ha pasado por el cine y prestó también su rostro a la televisión con trabajos como Nápoles connection, pero a Ranieri le gustan los retos. Dejó la fama y el dinero rápido de la canción y se zambulló de lleno en el mundo del teatro. El maestro Giorgio Strehler, con el que hizo La buena persona de Sezuán y La isla de los esclavos, o Maurizio Scaparro, director de Pulcinella, una de las tres obras que inauguraron el pasado jueves el Festival de Almagro, han sido sus padrinos.El actor italiano, que también ha estado con Pulcinella en el Festival del Grec de Barcelona, no venía a España desde 1995, cuando interpretó en Cataluña La isla de los esclavos, de Marivaux. "Aunque Pulcinella es una obra de hace 15 años, decidimos retomarla en 1999, porque tiene un argumento más actual que cuando la estrenamos. Trata problemas como la emigración o las ansias de los jóvenes actores por llegar cuanto antes y sin sacrificios a la cima. Justo lo que ocurre hoy con el trabajo fácil de la televisión", dice Ranieri, que conserva esa dulce sonrisa con la que en los setenta se metió en el bolsillo a las adolescentes españolas.

A pesar de llevar 25 años haciendo teatro, Massimo Ranieri ha montado pocas obras. Prefiere profundizar en un personaje, meterse en su piel, y para ello necesita tiempo. El napolitano lamenta la escasez de nuevos textos. "Los autores ya no escriben, se dedican a la ficción. El discurso teatral que podemos ver en Italia en la mayoría de los teatros me da tristeza. Por eso hemos vuelto a Pulcinella, una obra con fuerte contenido social, político y emocional", asegura. Ranieri, como Pulcinella, ha emprendido un camino sin retorno, y, cuando se retuerce la verruga de su máscara, siente un inmenso dolor.

En esta segunda producción de la obra de Manlio Santanelli, realizada a partir de una versión cinematográfica inédita de Roberto Rosellini, el cantante ha contado con tres de los actores que participaron en el montaje de 1986: Lino Mattera (el viejo Pulcinella), Anna Walter (la vieja) y Stefania di Domenico (Angélica). La compañía, formada por 16 actores, seguirá ahora con su defensa de los viejos cómicos en Hannover.

Don Quijote

Ranieri reconoce que no ha leído mucho teatro español. Afirma que en el año de Calderón no le importaría hacer La vida es sueño; pero el personaje español que realmente le fascina es Don Quijote. "Pulcinella es el hijo o el hermano de Don Quijote. Ambos son idealistas, conservan la esperanza, el amor, y al final se dan cuenta de que su sueño no se hace realidad. Como en Ítaca, para Pulcinella lo más importante es el viaje; porque cuando se materializa su sueño y el rey le encarga una obra, se da cuenta de que tiene que hacer de payaso, de bufón y no de actor. El teatro no es sólo divertimento, sino también pensamiento", reflexiona."Hace 25 años hice mi primera obra de teatro, era Napoles chi resta e chi parte, de Viviani. Entonces me dije que sólo haría esa obra y después volvería a cantar; pero el teatro me atrapó. Es como si yo fuera un emigrante y llegara a un país en el que una familia me acogiera con los brazos abiertos", comenta el actor, que confiesa haber tenido la suerte de trabajar con los grandes. "De todas formas, la suerte sólo llega cuando tú la buscas".

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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