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Las presiones vecinales obligan a cerrar la planta de purines de Osona

Miquel Noguer

La planta de tratamiento de purines de Les Masies de Voltregà (Osona) paralizará sus actividades este verano para evitar más quejas de los vecinos por los malos olores y los ruidos que producen sus instalaciones. El cierre temporal llega después de más de medio año de quejas, tanto de los vecinos como de los ganaderos que se sirven de la planta para deshacerse de los residuos porcinos.La comisión de seguimiento creada para controlar las actividades de la polémica planta permitirá que Guascor, la empresa que la gestiona, pueda hacer funcionar parte de la maquinaria de tratamiento de purines durante el verano, pero sólo con el fin de determinar y resolver los problemas que arrastra desde su inauguración, hace más de 14 meses. De esta forma, no se descarta que durante las próximas semanas puedan continuar los malos olores denunciados por los vecinos.

A pesar de la paralización de la planta, un grupo de vecinos de Sant Hipòlit de Voltregà presentó ayer 180 firmas que apoyan la petición de cierre definitivo de las instalaciones si no se pueden corregir las molestias que están ocasionando. Estas firmas se añaden a las 1.500 que en junio hicieron llegar los vecinos de Les Masies de Voltregà al Ayuntamiento de la población para exigir soluciones a las molestias derivadas de la planta de purines.

La instalación de Les Masies de Voltregà, impulsada por el Consejo Comarcal de Osona, se inauguró en mayo de 1999 con el objetivo de paliar la contaminación que los vertidos incontrolados de purines causan en las aguas subterráneas de esta comarca. Desde entonces, la planta de purines nunca ha funcionado correctamente.

Unas filtraciones de agua y problemas con el suministro del gas motivaron los primeros retrasos a la hora de poner en marcha las instalaciones. Más adelante se añadieron otras dificultades por el mal funcionamiento del sistema de oxigenación del purín, lo que comportó intensos hedores. Solucionar los graves problemas que tiene la planta costará cerca de 400 millones de pesetas.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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