El Gobierno estudia regular los horarios comerciales para evitar la liberalización aprobada por Madrid
El Gobierno vasco ha decidido pasar al contraataque en la polémica abierta por la libertad total de horarios comerciales decretada por el Ejecutivo central. El consejero de Comercio, Josu Jon Imaz, adelantó ayer que su departamento está estudiando regular po ley los horarios en la comunidad autónoma para evitar la liberalización. Según Imaz, esta medida sería más eficaz en la práctica que recurrir judicialmente la libertad total. El Gobierno consensuará con los comerciantes la nueva regulación, un sector que también es contrario a la apertura en días festivos.
Búsqueda de acuerdos
Imaz recordó ayer tras, la habitual reunión semanal del Consejo de Gobierno, que el Ejecutivo dispone de competencias en esta materia. "Se trata de establecer los horarios comerciales más adecuados a la realidad social y económica de Euskadi. Y además, hacerlo con todas las recomendaciones que en su momento han emanado del Parlamento Europeo, como atender las necesidades familiares de la ciudadanía y las tradiciones culturales y sociales".Una ley orgánica elaborada en 1996 por el PSOE establecía la libertad de horarios a partir del 1 de enero de 2001 y como fórmula transitoria permitía la apertura durante un mínimo de ocho festivos al año, así como durante 72 horas semanales. La ley dejaba en manos de las comunidades autónomas otro tipo de limitaciones. La falta de acuerdo en el seno del Gobierno vasco sobre esta cuestión en aquel momento -mientras que el PSE abogaba por la libertad total, el PNV era contrario- impidió elaborar una norma propia que regulase el asunto en el País Vasco. Así, en la práctica en Euskadi no hay ninguna traba legal para que un comerciante abra 365 días al año durante las 24 horas del día. Sin embargo, esta libertad no se aplica debido a las presiones que ejercen los sindicatos en las grandes superficies comerciales y a la oposición de las asociaciones de pequeños comerciantes.
Es decir, existe un acuerdo de autoregulación al que ha llegado el sector, y que apoya el actual Gobierno vasco, pero que ahora corre peligro con la liberalización aprobada en el Congreso de los Diputados.
Imaz insistió ayer en que el Ejecutivo central ha actuado en contra de la tendencia seguida en Europa y en contra de los intereses del sector comercial, que perderá una parte importante de su empleo con las nuevas medidas. La intención del Gobierno vasco de regular por ley los horarios comerciales, acogiéndose a las competencias que le otorga el Estatuto, podría abocar a un nuevo conflicto de competencias con la Administración central, que en su decreto-ley establece unos mínimos en cuanto a horarios y festivos.
Los pequeños comerciantes vascos, que han criticado duramente la postura del PNV de votar en el Congreso a favor del paquete de medidas que incluía la liberalización de horarios, respaldan al Departamento de Comercio y entiende que el Gobierno vasco debe ostentar las competencias en esta materia.
El portavoz del Gobierno también aprovechó su comparecencia ante los periodistas para realizar un balance del periodo de sesiones del Parlamento que finalizó en junio y del trabajo desarrollado por el Gobierno desde el pasado mes de septiembre. Imaz calificó este balance de "positivo" y enumeró los proyectos de ley y los planes econcómicos que ha sacado adelante el Ejecutivo para justificarlo. Entre las leyes que lograron el respaldo del Parlamento figuran la de Presupuestos, las modificaciones de las leyes de Drogodependencias, de Cooperativas y de Derecho Civil, la liquidación de los Presupuestos de 1996 y 1997, la creación del Colegio de Ingenieros Informáticos y la Ley del Taxi. "Lo importante es que las leyes han salido con diferentes apoyos, incluso en algunos casos se logró la unanimidad", resaltó el portavoz. Excepto la Ley de Presupuestos y la del Taxi, el resto son de rango menor: modificaciones puntuales y liquidaciones de presupuestos que casi nunca generan controversias entre los partidos.Imaz también enfatizó que por encima de los debates políticos, el Gobierno trabaja para buscar espacios de encuentro con el resto de las fuerzas políticas. Sin embargo, eludió adelantar cómo piensa resolver el lehendakari Ibarretxe el problema de la minoría parlamentaria en la que se encuentra el Ejecutivo y que le ha llevado a ralentizar la producción legislativa. El próximo mes de septiembre es crucial para vislumbrar lo que puede ocurrir. De momento, Imaz apeló al sentido "constructivo" de los partidos de la oposición para intentar alcanzar acuerdos. PP y PSE volvieron a insistir ayer en que el único acuerdo posible es fijar una fecha para adelantar las elecciones autonómicas.
En este sentido, el portavoz parlamentario del PSE, Rodolfo Ares, recordó que el Gobierno está en crisis y prueba de ello es su "escasez de iniciativas", de lo que se ha resentido la Cámara vasca. "El PSE ha cubierto ese vacío presentando seis proposiciones no de ley y 92 no de ley", recordó.
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