_
_
_
_

Hollywood veta a Internet

Hollywood acaba de declarar la guerra a Internet. La alta tecnología sirve para hacer películas cada vez más irreales, crear efectos crecientemente pasmosos, sean en Gladiador o en Matrix, o plantear argumentos de filmes de acción o de comedias, pero no para estrenar películas y aspirar al Oscar. La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas acaba de emitir un edicto que niega la consagración de los Oscar a todo filme que tenga la osadía de estrenarse a través de Internet. Los balbuceos de lo que podría bautizarse como Cinernet, las películas hechas pensando en esa tecnología como principal medio de difusión, han atraído la atención de figuras de la talla de Steven Spielberg, David Lynch o Tim Burton, entre una miríada de jóvenes con sueños de Oscar.El cine es para verlo en el cine. En la sala oscura es donde lo ven los cinéfilos, que sólo transigen con la televisión por amor al séptimo arte, por ver lo que necesitan ver sin que lo puedan hacer de otro modo. Hollywood, que a los cinéfilos más estrictos les parece un McDonald's cinematográfico, degeneradamente entregado a satisfacer gustos vulgares, ha tenido un pronto purista y ha decidido tratar como bastarda a toda película que no respete el canon establecido de ver la luz en pantalla grande y se estrene en Internet.

El primer artículo del reglamento de los Oscar establece que "se concederá anualmente para reconocer logros extraordinarios en largometrajes estrenados en salas cinematográficas". La Academia acaba de subrayar de forma explícita que ese monopolio de la pantalla grande deja fuera de los Oscar a todo filme "estrenado por televisión, televisión por cable, vídeo doméstico e Internet". La Academia niega que tenga prejuicios contra las nuevas tecnologías, en particular contra Internet, y Bruce Davis, su director, se pone piel de cordero: "Sólo queremos dejar claro que, en la carrera por aplicar las nuevas tecnologías, una película pensada para el cine debe estar atenta para no menoscabar sus posibilidades".

Fenómenos nuevos

Doug Scott, vicepresidente de Hollywood Stock Exchange, un sitio de noticias cinematográficas, cree que la Academia "no es precisamente una institución abierta al cambio". Y el cambio cabalga en Internet. Es aún pronto para saber cómo va ser, cuánto va a durar y cuáles van a ser las consecuencias de esa innovación, pero ya hay fenómenos que no se habrían producido de no existir Internet: el más notable de ellos, la realización de miles de películas para dar contenido a decenas de nuevos sitios de Estados Unidos que sólo ofrecen filmes para ser vistos en el ordenador de casa. Donna Kuyper, directora, guionista y productora de un corto, lo reconoce mientras monta la película en su ordenador: "Hace un año no estaría haciendo esta película porque no tenía dónde darle salida. Pero ahora, cada semana aparece un nuevo sitio en la red para mostrar estas películas".

Esos nuevos sitios -que luchan por llegar a hacerse un lugar bajo el sol, y nada lo haría mejor que ser asociados al Oscar- ya han elaborado una estrategia para defenderse del repudio de Hollywood. Ifilm, un portal pionero en el magma de Cinernet, y la cadena de salas cinematográficas AMC Entertainment han creado una sociedad para proyectar cortos en una sala de Los Ángeles y convertir en papel mojado la excomunión académica. "Lo que queremos es ayudar a los cineastas a que puedan aspirar al Oscar", dice Kevin Wendle, cofundador de Ifilm, que ha invitado a una veintena de compañías como la suya a proyectar este mes cortos durante tres días seguidos en una sala de pago de Los Ángeles y cumplir con las exigencias de Hollywood con respecto a los cortometrajes que buscan el Oscar. Salvada la traba burocrática planteada por la Academia, el filme volvería a su canal natural de distribución, que es la red.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_