Francisco Ayala revisa en Sevilla los proyectos culturales de su fundación

El escritor Francisco Ayala revisó ayer en Sevilla junto a la consejera andaluza de Cultura, Carmen Calvo, los proyectos de su futura fundación. Esta iniciativa, que integra, entre otros organismos, a la Junta y a las universidades de Sevilla y Granada, pretende difundir la obra de Ayala y promocionar a los jóvenes creadores. Calvo y Ayala cerraron ayer los últimos detalles de una fundación que comenzará a funcionar en los próximos meses. Sus actividades incluyen la producción de documentales y películas, la organización de congresos y la concesión de premios.

Cultura no aportó una cronología ni un presupuesto de la fundación. Tampoco precisó la sede desde la que esta institución impulsará sus tareas. Sí dio cuenta, en cambio, de algunos de sus proyectos. La fundación activará un congreso sobre las ciudades en las que ha vivido Ayala (Berlín, San Juan de Puerto Rico, Buenos Aires, Chicago, Nueva York, São Paulo...). Además, prevé llevar al cine dos de sus obras, Muertes de perro y El fondo del vaso. Otras dos obras, Los usurpadores y La cabeza del cordero, servirán de argumento a una serie televisiva. La fundación llevará adelante, asimismo, un documental sobre la vida del escritor.El autor granadino es, a sus 94 años, un prodigio de lucidez y equilibrio. La elegancia en el atuendo y la mirada viva y profunda revelan en unos instantes que devora la vida con curiosidad. Ayala observa el futuro con una mirada joven. Y por eso aboga por que los escritores se interesen por los medios audiovisuales.

Cambios radicales

"La literatura está en una fase de transformación muy radical porque los medios audiovisuales representan una invasión. El escritor debe tratar de integrarse en los medios de comunicación de masas si es que quiere tener alguna influencia sobre la sociedad", señaló Ayala.

"No me imagino a Juan Ramón Jiménez recitando versos en la televisión. Pero lo cierto es que el creador literario tiene que contar con los medios audiovisuales", comentó el autor de Los usurpadores. "Hay buenos escritores, buenos hombres de letras que publican en los periódicos", agregó. Pero esto no es suficiente, según Ayala.

Para el hombre que vivió la ebullición cultural de la generación del 27, y que compartió muchas horas con el formidable grupo de escritores argentinos que se movían en torno a la revista Sur (Borges, Bioy Casares...), el panorama literario actual es complejo. Es aventurado, a su juicio, predecir qué peso tendrán dentro de unas décadas los escritores de hoy: "Es muy difícil pronosticar qué ocurrirá, y yo no he sido nunca partidario de las anticipaciones. La sociedad actual ha cambiado de un modo tan profundo que no se parece nada a la sociedad de hace 20 o 30 años".

La sociedad va por delante de lo que marca las previsiones intelectuales, añadió Ayala. "La opinión pública no la crean los intelectuales, se produce por generación espontánea", indicó; "las actitudes de la gente son más avanzadas que las impuestas por las ideologías, que llevan consigo un bagaje intelectual previo y solidificado".