Sanidad clausura una empresa que distribuía alimentos sin autorización

La Guardia Civil y la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid clausuraron el pasado día 7 de junio la nave de una empresa de distribución de alimentos, Hesgasa, situada en la calle de Víctor Andrés de Belaúnde (Chamartín), por carecer de la preceptiva autorización sanitaria e incumplir los requisitos exigidos por la normativa. Los funcionarios también decretaron el cese inmediato de la actividad y procedieron a intervenir los 9.180 kilos de alimentos que se almacenaban en la nave precintada.

Según la Guardia Civil, los alimentos que repartía -carne y pescado- eran aptos para el consumo. Una cadena de hoteles, algunos famosos restaurantes de Madrid y varias galerías de alimentación figuran entre los establecimientos en los que se distribuía la mercancía.

Según los inspectores de Salud Pública, uno de los empleados tenía caducado su carné de manipulador de alimentos y las paredes y techos de las cámaras frigoríficas estaban muy deteriorados. Además, la empresa no estaba dada de alta en el registro sanitario de industrias, las instalaciones eran precarias, varias tuberías tenían desperfectos y en dos cámaras de congelación había numerosa cantidad de alimentos, algunos de los cuales presentaban un incorrecto envasado y etiquetado. A pesar de todas estas deficiencias, el consumo de estos alimentos, que tenían una rápida salida, no representaba peligro para la salud.

La investigación del caso se inició el pasado mes de abril cuando un establecimiento denunció ante la Consejería de Sanidad las supuestas deficiencias de la nave.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, previa comunicación de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, iniciaron un servicio de vigilancia para detectar las posibles actividades ilícitas de los propietarios de la empresa ante la sospecha de que se pudiera estar distribuyendo carne y pescado en malas condiciones.

Los agentes de la Guardia Civil comprobaron que la empresa suministradora de los alimentos sí cumplía los requisitos sanitarios exigidos. Sin embargo, en dos inspecciones hallaron graves anomalías en la nave que desembocaron en la clausura del recinto.