Catedráticos a poco más de 5.000 pesetas la hora
Costes reales. Ésa es la clave en la nueva universidad. Los nuevos contactos con el exterior obligan a cambiar lo más insospechado. Hace años, nadie hubiera pensado que habría que echar cuentas para calcular el valor económico de un profesor. Éste equivalía a su salario mensual. Pero todo cambia, y los proyectos externos, o las subvenciones europeas, requieren minutas precisas que incluyan hasta el último minuto de trabajo o el último centímetro de cable. Hasta ahora, las universidades tenían contabilidades por capítulos generales, era imposible calcular cuánto valía un minuto de laboratorio o de personal investigador. El nuevo escenario obliga a cuantificar para cada proyecto las horas del personal y los costes exactos de material e infraestructuras. Por eso, las oficinas de gestión económica han cambiado sus hábitos.
A la cabeza del cambio, las universidades politécnicas de Cataluña y Madrid, que han adoptado, con variantes, el método contable analítico, el que usan las empresas privadas. Se acabaron las partidas presupuestarias globales. El resto de universidades ha cambiado sus instrumentos informáticos para afinar con los gastos. Con los nuevos métodos se establecen los costes aisladamente (personal investigador y administrativo, equipamiento, material fungible y viajes) para afinar con el gasto real. Así, el coste medio de un catedrático en la mayoría de universidades se ha establecido entre 5.000 y 6.000 pesetas la hora. Cuando se trata de conseguir subvenciones de la UE para proyectos de I+D, la cifra supera las 9.000 pesetas, porque esa cantidad primera se incrementa en un 80% en concepto de prorrateo de los gastos generales (luz, agua y teléfono). Por supuesto, cada profesor tarifa el tiempo exacto de trabajo en cada proyecto.
El valor de un becario de investigación se establece por meses: entre las 33.000 y 99.000, los estudiantes, y entre las 110.000 y 165.000, los licenciados. Luego, en cada proyecto, el director de los trabajos decide cómo remunerar la labor del joven.
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