Demasiadas decepciones
Esta vez el rival, Eslovenia, no se limitó a defender, ni privilegió el músculo sobre la técnica. Pero a España le volvió a ir mal. Pocos jugadores escaparon de la decepcionante imagen general. - Cañizares. Sustituyó a Molina en unas circunstancias difíciles para los dos. Estuvo inactivo durante casi todo el partido. Se estiró con agilidad en un remate de Pavlic en el segundo tiempo. Quizá debió ofrecer el primer palo -y de esa forma tapar el centro- en la jugada que ocasionó el gol de Eslovenia.
- Míchel Salgado. Nunca ha sido el mejor de los marcadores, pero su fracaso ante Eslovenia fue espectacular. Jamás pudo controlar la posición de Rudonja. Cometió errores constantes en el marcaje y en la ubicación.
- Fernando Hierro. Firme, sobrio, ganador en el juego por arriba. No tuvo ningún problema con el delantero centro esloveno Udovic. No se dejó impresionar en ningún momento.
- Abelardo. Mucho más categórico que Paco. Venció en todos los duelos aéreos. Controló perfectamente a Zahovic. Dio una constante sensación de seguridad.
- Aranzabal. Ningún jugador tuvo más protagonismo en el juego que él. Y ninguno lo desaprovechó tanto. De nuevo volvió a jugar con demasiada timidez. Sus proyecciones por la banda izquierda apenas tuvieron resultado. Y como Salgado, pasó por dificultades en el marcaje.
- Etxeberria. Lo que hace un gol: pasó del cero al aprobado. En la primera parte no consiguió desbordar nunca. En la segunda no sólo lo hizo, sino que provocó numerosas faltas. Eligió mal el remate en el gol, pero el portero se tragó el disparo por el primer palo.
- Guardiola. No acaba de constituirse en la referencia del juego. En el primer tiempo consiguió elaborar alguna vez el circuito en el medio campo. Sin embargo, su peso en el partido fue muy leve.
- Valerón. Como ocurrió con Noruega, su actuación resultó intrascendente. Quizá tuvo algo más de actividad que en el primer partido. No aprovecha sus condiciones como pasador. En ninguno de los dos partidos ha conseguido conectar con los delanteros y generar alguna ocasión de gol. Da la impresión de estar demasiado preocupado por las responsabilidades defensivas.
- Mendieta. Partido irregular. En cualquier caso, dio consistencia al medio del campo. También pagó en algunas ocasiones el grado de tensión que veía en el resto del equipo. Su determinación produjo el segundo gol español en un momento crítico. Remató en varias ocasiones, sin encontrar la portería.
- Raúl. El jugador más determinante del equipo. Lejos de su mejor condición física, todavía es capaz de sacar cuatro o cinco ocasiones de gol por partido. Una de ellas supuso el primer tanto español. Un remate muy astuto, por cierto. No acaba de conectar con Guardiola, en lo que se presumía la mejor sociedad del equipo.
- Alfonso. Decepcionante actuación. A dos buenas jugadas en el primer tiempo, añadió multitud de errores. No se sintió cómodo nunca. No acaba de completar un buen partido en una Eurocopa o Mundial.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.