La presión de los hoteleros retrasa el proyecto de la ecotasa balear

,La aprobación gubernamental del proyecto de ley estelar del pacto de izquierdas en las Islas Baleares, la ecotasa -el impuesto sobre pernoctaciones hoteleras-, ha quedado aplazada una semana al haber logrado la patronal de hoteleros que el Gobierno del socialista Francesc Antich retirara el punto del orden del día del Consejo de ayer. Hace tres semanas, dos de los grandes hoteleros de España, Gabriel Escarrer y Gabriel Barceló, mantuvieron una larga y dura pugna directa contra el plan ecologista en una reunión con Antich y sus consejeros Celestí Alomar y Joan Mesquida. Alomar fue emplazado directamente a dimitir como responsable de Turismo. Otros dos líderes del sector, Miquel Fluxá y Lluis Riu, expresaron sus negativas en un tono menos radical.

En un episodio inédito en la vida política balear, un grupo de presión logró condicionar públicamente el calendario gubernamental y la estrategia normativa del Ejecutivo. Los empresarios ahora quieren negociar, aportar nuevas fórmulas al esquema fiscal o intentar dilatar su entrada en vigor, prevista para el año 2001.

Los representantes de dueños de los más de 1.500 hoteles de Baleares reclamaron el aplazamiento del lanzamiento público de la ecotasa -publicitada ya en vallas y anuncios en los medios de comunicación local- horas después de mantener una reunión nocturna con Antich. La cúpula de la patronal envió una carta al presidente balear poco antes de que comenzara el Consejo de Gobierno que debía ratificar el articulado detallado del novedoso y polémico instrumento recaudatorio que en septiembre debatirá el Parlamento.

Los empresarios no quieren aparecer ante la opinión pública como los únicos que rechazan el impuesto, ni tampoco ser un obstáculo insuperable en las negociaciones que han involucrado a centenares de dirigentes sociales y a decenas de colectivos. El Gobierno autónomo ha divulgado encuestas propias en las que la población aplaude, en un 79%, la bondad de cobrar entre un euro y dos por noche a cada turista de hotel. Más de la mitad de los viajeros entrevistados -que serían los afectados por el tributo- también tienen una opinión favorable.