Beatriz de Moura afirma que el futuro de las librerías es su especialización
La fundadora de Tusquets participa en el ciclo sobre editores
Editora de raza, Beatriz de Moura (Río de Janeiro, 1939) lleva en la solapa una insignia de oro con las iniciales de la editorial Tusquets, que fundó hace 31 años. Ayer contó su experiencia en el ciclo dedicado a quienes han marcado casi un siglo editorial en España. A De Moura no le chirría el hecho de que cada vez se vendan más libros en grandes superficies y opina que el futuro de las librerías está en su especialización.
Beatriz de Moura expresa sus opiniones, mientras fuma puritos, con pocos circunloquios. Va al grano con la misma firmeza que ha conducido su brillante currículo profesional. Cuenta su trayectoria sin florituras, pero cuando se le pregunta si tiene alguna espina clavada, dice: "No, y toco madera. Sí que han pasado por la editorial, y no hemos publicado, escritores que han tenido ventas muy óptimas, pero no me arrepiento de nada. Y no pienso dar nombres".Bastantes tiene en su bibliografía editorial. A lo largo de tres décadas ha publicado a Marguerite Duras, Albert Camus, Georges Simenon, Milan Kundera, Italo Calvino, Bioy Casares, Carlos Castilla del Pino, Jorge Semprún, Almudena Grandes, Luis Landero, Jose Ángel Valente...
Hija de diplomático, llegó a Barcelona en 1956, con 17 años, contó ayer en el ciclo En primera persona. Conversaciones con editores, que se celebra en la Sociedad General de Autores y Editores. "Hubo un encuentro o desencuentro con mi padre muy fuerte, él no quería que estuviera y me echó de casa. Como Barcelona fue el último lugar después de una vida bastante nómada, a ella volví cuando acabé mis estudios en Ginebra". Volvió muy necesitada de abrigo y comida, dijo, y empezó un largo pluriempleo. Primero, en las editoriales Salvat y Gili, y de las dos la echaron. De Salvat, por un informe en el que vaticinaba un fracaso editorial, que al cabo de muchos años le reconoció Juan Salvat. De Gili, "por cuestiones morales". "Solía llevar unos leotardos negros porque iba en Vespa y por lo visto excitaba la imagen de los sabios, y me negué a quitármelos".
El fin del pluriempleo y de las pensiones húmedas le llegó cuando entró en Lumen y conoció a su entonces marido, Óscar Tusquets, y a su cuñada Esther Tusquets. Con Esther funda la editorial Tusquets y sus dos primeras colecciones, Cuadernos Ínfimos y Cuadernos Marginales, donde canalizó una atmósfera en Barcelona que se llamó gauche divine. "Estaba formada por escritores, arquitectos, modelos, teóricos, escultores... Eran gente desconocida que luego resultaron escritores célebres".
Y en unos años en que todo estaba por hacer, su olfato y valentía le llevaron a crear en 1977 la colección y el premio de literatura erótica La Sonrisa Vertical. "La gente debía vivir el sexo muy mal porque los primeros textos eran delirantes, material para un psicoanalista, hasta el punto de que era muy difícil premiar a alguien". Ahora, De Moura piensa que el mejor modo de sortear los vaivenes del mercado editorial es "resistiendo en lo que uno debe hacer".
Babelia
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