El 'informe Bricall' y la democracia
Ynduráin conoce bien la universidad. "Del famoso informe Bricall [sobre la educación superior en España] me preocupa el hecho de que se ha consultado a los rectores y ¡claro! un intento de reformar la universidad con las opiniones de las mismas personas que tienen que reformarse es muy difícil que ataque los problemas serios", dice. "Las autoridades académicas, en general, favorecen a su cuerpo electoral (profesores, personal administrativo y alumnos) y no necesariamente al país", continúa. ¿Y qué propone? "Vi los estatutos de la Universidad Autónoma de Cataluña en la República y me parecieron excelentes, con un Consejo nombrado por el Gobierno central y la Generalitat, y ese Consejo elegía el rector. Es parecido a lo que hacen los anglosajones".
Ante la sugerencia de que tal procedimiento puede ser menos democrático, Ynduráin es contundente: "Democracia, primero es que no te metan en la cárcel por opinar cosas que no gustan a unos señores. Pero una vez garantizado eso, la democracia es elegir a los que se ocupan de tus dineros. El presupuesto de la universidad no lo genera la universidad, sino todos los españoles, y lo democrático es que los representantes de los españoles digan lo que se hace en la universidad".
El problema de la contratación de profesores "no se puede resolver si no se soluciona la cuestión principal", dice Ynduráin. "Cuando sale una plaza se echan encima los que no quieren que se gaste dinero en contratar a alguien de fuera en lugar de promocionarles a ellos, a los de la propia universidad". Y pone un ejemplo: "Aquí, en la UAM, se negó una plaza a una persona porque no tenía suficiente docencia, y no la tenía porque había estado en EEUU en el equipo que descubrió el quark top. El rector lo repescó, pero en la comisión de contratación se suele preferir dar la plaza al que está en el despacho de al lado y luego va a votar por ti".
