Los hoteleros de Lloret piden ayuda policial contra el crimen organizado

En los últimos días han sido detenidos en la comarca de la Selva más de 30 súbditos rumanos organizados en pequeñas bandas especializadas en cometer todo tipo de robos y estafas a los turistas. El Ayuntamiento de Lloret de Mar, el gremio de hoteleros y el director general de Seguridad Ciudadana, Xavier Martorell, mantuvieron ayer una reunión para plantear una respuesta policial eficaz a la creciente implantación del crimen organizado en la zona. Martorell se negó a incrementar la dotación policial, una de las demandas de los hoteleros, y aseguró que la solución pasa por medidas de autoprotección y una mejor relación entre los hoteles y la policía.Los responsables de los Mossos d'Esquadra creen que la información es básica para hacer frente a la proliferación de bandas delictivas. Martorell propuso establecer canales de comunicación rápidos y fiables entre los empresarios turísticos y la policía. En los próximos días se empezará a implantar un sistema informático que permitirá comprobar los datos de los clientes, así como su inmediata notificación a los cuarteles de los Mossos. La policía podrá actuar sin dilaciones ante cualquier sospecha o irregularidad.

A pesar de que el gremio estima indispensable una mayor presencia policial en las calles, Martorell explicó que sería contraproducente para los intereses de la localidad convertir Lloret de Mar en un "estado policial". El director general teme que una presencia policial excesiva en las calles incomode a los turistas. Entre las medidas adoptadas en la reunión de ayer figura un calendario de reuniones periódicas del cuerpo policial con representantes del ayuntamiento, el gremio de hostelería y las agencias de viajes.

Los Mossos d'Esquadra se comprometieron a asesorar a los hoteleros a la hora de dotar de mayores medidas de seguridad a sus edificios. La policía autonómica considera que el incremento de las medidas de autoprotección pueden contribuir decisivamente a reducir el índice delictivo de la zona.

Las bandas de rumanos recientemente detenidas se dedicaban a estafar a turistas incautos, y algunos se disfrazaban de policías para cometer sus fechorías con mayor libertad.