Medio centenar de heridos entre aficionados y policías

La celebración de la octava Copa de Europa en Madrid acabó en batalla campal. Los alrededores de la madrileña fuente de la Cibeles se convirtieron anoche en un campo de batalla entre policías antidisturbios y seguidores del Real Madrid. Los festejos terminaron en un intercambio de lanzamiento de botellas de vidrio y porrazos entre los seguidores y la policía. El servicio de urgencias de Madrid (Samur) atendió a medio centenar de heridos, entre aficionados y policías.El enfrentamiento se inició entre un grupo minoritario de seguidores que, bajo los efectos del alcohol, insultaban y provocaban a los agentes, según la versión oficial. Los incidentes se extendieron después, cuando más aficionados se sumaron al tumulto. Una carga final de policías con lanzamiento de botes de humo y pelotas de goma terminó de dispersar a los revoltosos. La mayoría de los aficionados que no intervinieron en los incidentes se habían ido retirando mucho antes por las distintas calles adyacentes.

Los incidentes se produjeron poco después de las doce de la noche. La zona de Cibeles estaba acordonada y la fuente vacía de agua. La alegría inicial se tornó pronto en violencia. Se repitió así la historia de hace dos años cuando el Real Madrid ganó en Amsterdam la séptima Copa de Europa.

El Samur atendió a la mayoría de heridos en los mismos alrededores de la Cibeles, donde había instalado sus equipos médicos. En principio, los contusionados por los lanzamientos de objetos fueron varios policías y también aficionados ajenos a los vándalos que los realizaban. Se produjeron al menos cuatro detenciones y las miles de personas que llenaban no sólo la plaza, sino los tramos del paseo del Prado, Recoletos y Alcalá tuvieron que desalojarlos en pocos minutos.

Los jugadores. que llegan hoy, participarán en un ceremonial festivo muy parecido al de 1998, con visitas al Bernabéu y la Cibeles. Cenarán en un conocido restaurante.