Que viva el espectáculo
Hay cosas en este mundo que son grandes, e incluso me atrevo a afirmar que son imprescindibles para dar sentido a nuestra existencia. Para mí, el espectáculo es una de esas cosas y hoy, en la ciudad de Valencia, el espectáculo ha sido el gran protagonista del día.Por un lado hemos podido disfrutar, o sufrir, con un partido de fútbol histórico y hemos visto como un equipo de fútbol, el Valencia CF, ha luchado, aunque sin éxito, por conseguir el premio al esfuerzo y buen hacer para poseer la codiciada Copa de Europa de la Liga de Campeones por primera vez en su historia.
Por otro lado y al mismo tiempo que se estaba disputando el importante evento futbolístico, los no aficionados al deporte rey disfrutaban de un extraordinario concierto de jazz en el Auditorio del Paraninfo de la Universidad Politécnica de Valencia protagonizado por el cuarteto del saxofonista neoyorkino Kenny Garrett, plato fuerte del V Festival de Jazz de la Universidad Politécnica.
Que curiosa ha sido la coincidencia ya que si nos ponemos a pensar en estos dos espectáculos tan distantes entre sí a todos los niveles ambos han sido un éxito (en este caso para el Madrid, claro) y ambos han llenado sus respectivos recintos. La única diferencia radica en el número de espectadores. Mientras el partido de fútbol eleva su audiencia a millones de espectadores, el concierto de jazz, con un lleno absoluto, ha congregado aproximadamente ochocientas personas.
Lo que deduzco con esta comparación tan evidente, y subrayo que me alegro de ello, es que a pesar de la grandísima diferencia, es indiscutible que ambos espectáculos han sido de primerísima calidad, que encima de los respectivos escenarios estaban lo mejorcito del mundo y que con esta coincidencia se demuestra una vez más que hay lugar para todos los gustos. Mucha gente, habitualmente los intelectualillos descalifica y echa pestes de todo lo que es mayoritario o popular (fútbol, música) y engrandece por sistema lo minoritario.
Yo pienso que el que manda al fin y al cabo es el público y si un artista o un deportista consigue ser admirado por millones de personas hay que valorarlo y respetarlo aunque su arte o modalidad no sea la que más te gusta.
Para finalizar, aunque personalmente hubiera preferido que ganara el Valencia, felicito al Real Madrid por su octava Copa de la Liga de Campeones, felicito al Valencia por tan brillante campaña, que lo ha llevado por primera vez en su historia deportiva a la final, felicito a Kenny Garrett por su música, felicito a las aficiones de los dos equipos y a los admiradores del saxofonista y, sobre todo, felicito al gran protagonista del día, el espectáculo. ¡Que viva el espectáculo!
Ximo Tébar es músico de jazz.
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