El 'Santa Eulàlia' vuelve al mar
Este viernes, en el Moll de la Fusta de Barcelona, el príncipe Felipe actuará como padrino de la botadura de la nave Santa Eulàlia con el ritual de romper una botella de cava en el casco. El paquebote, construido en 1918, pretende ser una prolongación externa del Museo Marítimo de Barcelona y "símbolo de Barcelona", según Roger Marcet, director gerente del centro. La restauración del paquebote forma parte de una operación para convertir el frente litoral de Barcelona comprendido entre la ladera de Montjüic hasta el Museo de Historia de la Ciudad en un eje ciudadano que tenga como referencia la cultura marítima.La adquisición del paquebote fue realizada por el Consorcio de les Drassanes de Barcelona, del cual forma parte el Museo Marítimo, en una subasta pública en Cartagena en enero de 1997. El museo pagó por el buque siete millones de pesetas. El coste total de la restauración ha ascendido a 300. "La mayoría de piezas han sido producidas artesanalmente. Alguna de ellas por especialistas que son únicos en su especialidad en todo el mundo", explicó Marcet. Y añadió: "Si hubiéramos tenido que construir este barco su precio sería de 800 millones de pesetas. Hace sólo dos años nos ofrecieron un paquebote de estas características por 1.000 millones".
El Santa Eulàlia, que ayer se encontraba atracado en el Moll d'Espanya, será trasladado para su botadura al Moll de la Fusta, donde el próximo fin de semana podrá ser visitado por el público. Posteriormente, volverá a su actual ubicación para ultimar los acabados. En septiembre u octubre el barco estará a punto para navegar.
Aunque la función del barco será pedagógica y su labor principal se realizará amarrado en el puerto, se contempla la posibilidad de que cubra travesías marítimas que permitan recrear las grandes rutas históricas por el Mediterráneo. El nombre de Santa Eulàlia con el que será bautizado ha sido escogido en honor a la patrona de Barcelona, aunque en primera instancia tenía que llamarse Santa Maria del Mar. Un problema de registro ha impedido el uso de esta denominación.
El paquebote fue construido en Torrevieja por encargo del armador Pascual Flores que lo bautizó como Carmen Flores en honor a su hija. Hacia los años 20 viajó a Cuba, y resultó tan rentable el transporte que el beneficio superó el coste del barco, cifrado en 40.000 duros. En 1931 fue vendido a la Naviera Mallorquina, y se pasó a llamar Puerto de Palma. Más tarde se denominó Cala Sant Vicenç y desde 1975 hasta la actualidad lleva el nombre de Sayremar Uno.
El Santa Eulàlia tiene tres palos. La altura del mayor sobre cubierta es de 27 metros y la eslora, de 34. Requiere un tripulación de ocho personas.
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