La concentración de inmigrantes en determinadas escuelas, principal escollo para su integración

La principal dificultad de integración de los niños inmigrantes deriva de la concentración de estos alumnos en algunas escuelas públicas, lo cual origina ya desde la escuela un proceso de guetización. Así lo advierten los autores del estudio Inmigración extranjera en España. Los retos educativos. Los expertos reclaman que la pedagogía de la tolerancia traspase las aulas y se extienda al resto de la sociedad, y constatan las contradicciones que viven los adolescentes inmigrantes por las diferencias entre la cultura familiar de origen y la de la sociedad que les acoge.

El estudio inaugura la Colección Estudios Sociales, de la Fundación La Caixa. Uno de los expertos que han colaborado en el trabajo, el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona (UB) Eliseo Aja, afirma que a menudo las causas de la concentración de inmigrantes en determinadas escuelas públicas hay que buscarlas en la propia legislación de las comunidades autónomas, que "potencian la elección de centros concertados por las familias autóctonas a través del mal denominado derecho a la elección de centro".Para abordar correctamente esta problemática, que favorece la segregación y la creación de guetos, Eliseo Aja considera necesario que las distintas comunidades autónomas elaboren una ley de educación como la que existe en el País Vasco, que fija medidas para los alumnos inmigrantes que pretenden evitar los desequilibrios en el reparto de estos niños en escuelas públicas y concertadas. El resto de comunidades "se conforman con desplegar las leyes básicas mediante órdenes o decretos", afirmó ayer el catedrático durante la presentación del estudio. Aja se mostró "sorprendido" porque las comunidades más interesadas en legislar sobre la educación de los inmigrantes por tener inmigración importante y plenas competencias desde el inicio, como Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía, no hayan seguido el ejemplo del País Vasco.

Leyes consensuadas

Según el catedrático de la UB, en Cataluña, como en las restantes comunidades, los problemas de matriculación no deberían resolverse "con decretos del Departamento de Enseñanza de un solo color político, sino con una ley consensuada por todos los grupos del Parlament".

La educación de los inmigrantes tiene dificultades añadidas por las contradicciones que hay entre la cultura familiar de origen y la autóctona, lo cual supone que muchos de estos alumnos no se sientan miembros de ninguna comunidad, según explica en el estudio el profesor de psicología social de la Universidad Ramon Llull Jaume Funes. Especialmente en el caso de los alumnos de origen africano, el mantenimiento en el sistema escolar hasta los 16 años les origina un conflicto entre la cultura familiar, en la que son considerados adultos y aptos para trabajar, y la escuela, que los incluye todavía en la infancia o adolescencia.

Los autores del estudio coinciden en que la educación es una herramienta clave para la integración. Francesc Carbonell, profesor de Pedagogía de la Universidad de Girona, destacó, sin embargo, que la pedagogía en favor de la tolerancia y la integración de los inmigrantes debe traspasar las aulas y extenderse al resto de la sociedad. "Si no, corremos el riesgo de que las escuelas se conviertan en burbujas descontextualizadas de la sociedad", señala.

El estudio revela que en España el volumen de alumnos extranjeros en los niveles educativos básicos va en aumento, especialmente los procedentes del Tercer Mundo, aunque su importancia es aún "reducida" para el conjunto del sistema educativo (menos del 1% del total).

Distribución desigual

Sin embargo, su distribución por el territorio es muy desigual, ya que se concentran en determinadas comunidades autónomas. En Cataluña se ubica el 29,3% de los hijos de inmigrantes.

De acuerdo con los últimos datos de inmigración recogidos en el estudio, en España hay entre 720.000 y 800.000 extranjeros y la mayoría procede del primer mundo. Su distribución por el territorio es muy desigual y se concentran básicamente en Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid.